Las redes sociales se han convertido en un arma de doble filo para las marcas. Los usuarios pueden elevar o derribar la reputación en cuestión de minutos.
La rápida difusión a través de las redes sociales del lamentable y autoritario incidente que sucedió en un avión de United Airlines, ha demostrado la fragilidad de las grandes compañías ante las masas, cuando estas saben utilizar bien su mejor aliado: las redes sociales.
Con el poder del video y de las redes sociales, el trato de United Airlines al hombre en cuestión ha empujado a muchos usuarios a boicotear a la aerolínea con el hashtag #BoycottUnited, que rápidamente se ha difundido en Twitter.
El incidente ha causado en la compañía pérdidas millonarias al finalizar la primera semana. Al terminar la sesión bursátil del martes, la empresa había cerrado un 6% por debajo del día anterior, sumando un total de 1.400 millones de dólares en pérdidas.
El último capítulo del incidente es el anuncio de que el pasajero denunciaría a la compañía. Thomas Demetrio, su abogado, dio detalles de las lesiones causadas por la policía del aeropuerto de Chicago a su cliente y dijo que espera darle una buena lección a las aerolíneas, en especial a United Airlines, quien se enfrenta a una demanda multimillonaria.
Sin duda, son muchas las grandes compañías que han sufrido descalabros con las relaciones públicas en redes sociales, como Pepsi, que se vio obligada a retirar un comercial tras la avalancha internacional de críticas que se desató en redes sociales.
Las redes sociales retan día a día a los usuarios y a las marcas, pues la sensación de horizontalidad en la comunicación que se ha creado en estos canales, puede jugar en contra a estas últimas. Ahora los usuarios tienen el poder.
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