La brecha salarial es la diferencia de salario entre hombres y mujeres por un trabajo que demanda el mismo esfuerzo o cuyo resultado es de igual valor.
Hay datos y estudios que demuestran que la brecha salarial continúa existiendo. Y, según los expertos, su desaparición todavía se vislumbra a lo lejos en el horizonte. Según el estudio Las mujeres en el trabajo: Tendencias 2016, elaborado de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a escala mundial, la brecha salarial entre las mujeres y los hombres a nivel mundial es de 23% y las mujeres tienen más probabilidades de estar desempleadas que los hombres. Las tasas mundiales de desempleo son del 5,5% en el caso de los hombres y del 6,2% en lo que respecta a las mujeres.
A nivel nacional, la autoridad Nacional de Servicio Civil (Servir), realizó un estudio llamado La mujer en el Servicio Ciivil Peruano 2017. En él, reveló que las diferencias salariales de las mujeres respecto de los hombres es de 16% en el sector público y de 29% en el sector privado. Según el estudio, la brecha salarial en el sector público tiende a ser menor porque el Estado exige un mayor nivel de calificación.
Accenture, la consultora internacional que ofrece una amplia gama de servicios y soluciones en estrategia, consultoría, digital, tecnología y operaciones, realizó un estudio llamado Getting To Equal: How Digital is Helping Close the Gender Gap at Work. En él señala que las mujeres con conocimiento digital están consiguiendo reducir la brecha de género en el trabajo. La fluidez digital – que se define como la facilidad de adopción y aprovechamiento de las tecnologías para adquirir más conocimientos, ser más efectivos y estar mejor conectados en sus tareas del día a día- está ayudando a reducir la brecha de género y nivelar el campo de juego para las mujeres en el ámbito laboral.
Según el estudio, conforme más mujeres millennials y nativas digitales se incorporen a puestos de gestión en las empresas de todo el mundo, menor será la brecha salarial con los hombres.
Por ello, propone tres estrategias para reducir la desigualdad salarial entre géneros:
Fluidez digital. Desarrollar las tecnologías digitales para conectarse, aprender y trabajar. Se trata del ingreso a cursos online, generar networking a través de las redes sociales y colaborar con sus compañeros de estudios. A través de las tecnologías digitales se podrían incluir 100 millones de mujeres a la fuerza laboral remunerada, reduciendo la brecha de pagos en un 21% hacia el año 2030.
Gestión de carrera. Aspirar alto, tomar decisiones informadas y gestionar sus carreras proactivamente. Al gestionar de forma estratégica su carrera profesional, la brecha de pagos podría disminuir un 9%.
Inmersión tecnológica. Desarrollar los talentos tecnológicos y digitales necesarios para avanzar rápidamente. La inmersión tecnológica tiene el potencial de reducir la brecha de pagos en un 5%
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