Si lo que te preocupa es mantener la seguridad de tus hijos cuando socializan en Internet, es mejor informarles de lo que pueden y no deben hacer para estar protegidos.
Así como los hijos adolescentes rechazan o toman a mal que sus padres lo acompañen a una fiesta, tampoco es tan buena idea seguirlos en las redes sociales, donde actualmente pasamos la mayor parte del tiempo que navegamos en Internet. De hecho, se trata de una medida contraproducente y que será fácilmente evadida por los adolescentes, quienes podrían bloquear que sus padres puedan ver ciertos contenidos o hasta crearse un perfil alternativo.
En el mundo de las redes sociales lo mejor es informar a los hijos sobre los peligros que rondan en Internet, tal y como se hace en el mundo real, para que aprendan a manejar ciertas situaciones. “No se trata de, por ejemplo, espiar a nuestros hijos en el uso y disfrute de las redes sociales; la supervisión paterna a partir de cierto nivel podría ser contraproducente, generando desconfianza, cerrazón y alejamiento del menor de sus progenitores. Los niños necesitan reafirmarse y tener confianza en ellos mismos, trabajar y perfeccionar una autonomía responsable”, explica Juan A. Romero Del Castillo, experto en tecnologías de información y autor del libro “Manual de seguridad para padres y educadores”.
Según McAfee la información sobre los peligros del uso de las redes pasa por detallar a los hijos los siguientes aspectos:
No dar a conocer demasiados datos sobre su vida personal. Esto podría hacerlos vulnerables frente a los acosadores cibernéticos, la invasión de la privacidad y el robo de identidad.
Cuidado con los extraños. No aceptar a personas que no conocen y que desean unirse a su red.
Privacidad de la información. No se deben compartir contraseñas, números de teléfono, direcciones y otros tipos de información personal con nadie, incluso con sus mejores amigos.
No acceder a ver a extraños en línea. No pueden reunirse personalmente con individuos que hayan conocido en línea.
Confianza en los instintos. Pídeles a tus hijos que te comuniquen cuando alguna vez se sientan incómodos o amenazados. Es probable que estén en peligro.
Señales de alarma. Estate atento a los signos que indican que tu hijo podría ser víctima de acoso cibernético, como verlo incómodo al recibir mensajes de correo o por aplicaciones, verlo disgustado luego de usar la computadora, negarse a salir de casa o a ir a la escuela, y distanciarse de amigos y familiares.
Activa los controles de seguridad. Revisa junto a tu hijo los mecanismos de protección con los que cuentan las diversas redes sociales y pídeles que los activen para asegurarse de que su experiencia en las redes sea segura y placentera.
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