Sin embargo, existirían efectos secundarios, ya veinte pacientes sometidos a esta terapia padecen de fiebre, hipotensión, náuseas y neurotoxicidad.
El cáncer provoca cerca de 8 millones de muertes al año, cifra que lo convierte en la principal causa de muerte en el mundo, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ante esta alarmante cifra de fallecidos se realizan diversos estudios para evitar que más personas sigan muriendo a causa de esta enfermedad. Es así que el científico estadounidense Stanley Riddell puso en práctica una prometedora terapia contra el cáncer, según publica el portal BBC Mundo.
Para ello, utilizó las propias células del sistema inmunológico de pacientes con cáncer en estado terminal.
Ridell involucró a pacientes con diferentes tipos de cáncer en la sangre en estado avanzado, de ese grupo de 35 personas con leucemia linfoide aguda (ALL por sus siglas en inglés), 94% entró en remisión; es decir, los síntomas desaparecieron, lo que no significa que los pacientes estén curados.
En tanto, en un segundo estudio con más de 40 pacientes de linfoma, el 50% logró remisión. Y en un grupo de pacientes con linfoma no hodgkiniano, el 80% respondió al tratamiento, presentando una reducción de síntomas.
La terapia
Mediante la ingeniería genética, el tratamiento modifica a células del sistema inmunológico llamadas linfocitos T o células T que coordinan la respuesta inmune celular; estas células fueron extraídas de los pacientes y les adjuntaron moléculas receptoras, que reducen la cáncer de defenderse el sistema inmunológico. Las células modificadas fueron luego reintroducidas en el paciente.
Sin embargo, existirían efectos secundarios, ya veinte pacientes sometidos a esta terapia padecen de fiebre, hipotensión, náuseas y neurotoxicidad, todos asociados a la llamada tormenta de citosinas, una reacción inmunológica defensiva potencialmente mortal.
Asimismo, se informó que siete pacientes requirieron hospitalización en la unidad de cuidados intensivos y dos murieron.
Por tal motivo, se prevé que los nuevos estudios se realizarán con dosis más reducidas de linfocitos T modificados para evitar el riesgo de efectos secundarios.
Estos estudios solo se han realizado a cánceres en la sangre y próximamente Radell espera probarla en pacientes con tumores sólidos como el cáncer de mama.
El científico estadounidense Stanley Riddell, del Centro Fred Hutchinson de Investigaciones sobre el Cáncer en Seattle, presentó estos estudios en la reunión anual de la Asociación Estadounidense para al Avance de la Ciencia, en Washington, y los resultados serán publicados en detalle en los próximos meses.
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