Don Quijote de La Mancha, la novela universal del escritor, llegó a China en 1922, traducida por Lin Shu y con el título de ‘La Biografía del Caballero Mágico’.
El Instituto Cervantes de Pekín se adelantó una jornada al Día del Libro con un amplio programa de actividades que incluyó cuentacuentos para niños, la presentación de un libro de relatos elaborado en el centro y hasta la inauguración de un busto en bronce dedicado al autor del Quijote.
Embajadores y diplomáticos de España, diversos países latinoamericanos y Guinea Ecuatorial, además de muchos jóvenes estudiantes chinos rosa en mano, asistieron a la inauguración de la estatua de Miguel de Cervantes, obra del escultor Yuan Xikun, en el acto que dio inicio a las celebraciones por el Día del Libro.
"Lo acogemos en esta casa de todos los que hablamos español", subrayó sobre la escultura la directora del Instituto Cervantes pequinés, Inmaculada González. También recordó que Don Quijote de La Mancha, la novela universal del escritor, llegó a China en 1922, traducida por Lin Shu y con el título de La Biografía del Caballero Mágico.
El escultor destacó en la inauguración que la idea de inmortalizar a Cervantes nació el año pasado, durante el cuarto centenario de la muerte del escritor, y procedió a descubrir el busto junto al embajador español en China, Manuel Valencia. "Cervantes ha trascendido fronteras y contextos históricos para convertirse en universal y atemporal", señaló el jefe diplomático español, quien recordó que el mexicano Carlos Fuentes llegó a decir que todas las novelas de la Historia eran variantes del Quijote, o que a Jorge Luis Borges era la única que le gustaba. (EFE)
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