La tasa de interés de referencia es la que establece la política monetaria de cada país para influenciar en el precio de las operaciones crediticias de muy corto plazo entre las entidades bancarias.
El Banco Central de Reserva (BCR) mantendría estable su tasa de interés de referencia en 3,50 por ciento en noviembre debido a una desaceleración de la inflación anualizada en los últimos dos meses, mostró el martes un sondeo de Reuters.
Los 10 analistas consultados coincidieron en que el Banco Central dejaría sin cambios la tasa de referencia en su reunión del jueves.
En octubre, la entidad monetaria peruana mantuvo su tasa de interés de referencia en 3,50 por ciento porque las expectativas de inflación convergen gradualmente al rango meta en medio de una recuperación de la economía local.
"La inflación ha cedido en los dos últimos meses y eso le da algún aire al banco central para continuar apoyando la actividad económica. Esperamos un ajuste de tasa en los próximos meses porque el panorama inflacionario se complicará más por las renovadas presiones al alza sobre el tipo de cambio y el impacto sobre el abastecimiento de alimentos que tendrá el fenómeno de El Niño", dijo Francisco Grippa, economista de BBVA Banco Continental.
Los expertos consultados no descartaron un eventual giro en la política monetaria local en diciembre, cuando se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos eleve su tasa clave por indicios de una recuperación de la mayor economía del mundo.
Pero ¿por qué esta tasa es clave?
La tasa de interés de referencia es la que establece la política monetaria de cada país para influenciar en el precio de las operaciones crediticias de muy corto plazo entre las entidades bancarias.
Es decir cuando se mueve la tasa hacia arriba o hacia abajo, se impacta directamente a los bancos, pues con este instrumento se fija el interés que el banco N°1 le cobraría al banco N°2 en sus operaciones interbancarias.
Cuando se disminuye la tasa, los bancos pueden prestarse dinero entre sí, a un menor costo, y ello generaría mayor flujo de caja y por ende más dinero para préstamos o créditos a los agentes económicos (personas o empresas), impulsando así el consumo y la economía de un país.
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