Justificar que "mereces" un aumento no es suficiente. Presentar razones tangibles que demuestren tus logros, darán mayor valor a tu pedido.
El momento de desaceleración que vive la economía peruana y, por lo tanto, las empresas, podría reprimir tu deseo de pedir un aumento.
Sin embargo, si tus gastos diarios han aumentado y el sueldo o salario comienza a ser insuficiente, puedes empezar a pensar en cómo justificar tu pedido de aumento.
Si te encuentras en esta situación y ya te decidiste a hablar con tu jefe, te recomendamos que evites los siguientes argumentos a la hora solicitar un incremento remunerativo.
Trabajo mucho: es recomendable que el empleado se centre en las metas conseguidas y, sobre todo, en destacar las cifras que lo comprueban. Trabajar mucho es parte del juego porque, caso contrario, no hubieras sido contratado.
Ya tengo bastante tiempo en la empresa: más que el tiempo, lo importante son los resultados. De nada vale tener años en una compañía donde tus logros fueron escasos. Si tu gestión ha permitido un ahorro, también es fundamental que lo menciones. La dirección quiere cifras y, si son a favor, mucho mejor.
Merezco ese aumento: aunque muchas veces sea cierto, lo mejor es que demuestres el por qué y, sobre todo, mostrando los resultados estadísticos (razones tangibles). Las metas alcanzadas que prueben que eres un valioso aporte para la empresa serán cruciales al momento de conseguir la aprobación de tu pedido.
Lucho hace lo mismo que yo, pero él gana más: Aunque tengan las mismas funciones, esta puede ser la peor explicación para pedir un aumento. Cada colaborador tiene un previo acuerdo que está estipulado bajo un contrato y hacer comparaciones puede resultar incómodo para tus superiores.
Si no me aumenta, me voy: Si se tiene una mejor oferta entonces deberías tomarla porque caer en este argumento podría considerarse como una manera de manipulación poco grata. Además corres el riesgo de que tu jefe diga: “Ha sido un placer trabajar contigo. Que te vaya muy bien”.
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