La inasistencia de los postores interesados se debería a que esperan que el Gobierno promulgue una norma que sincere las reglas ambientales.
La primera de tres subastas del complejo metalúrgico La Oroya en Perú, paralizado por millonarias deudas y por incumplimiento de reglas ambientales, fue declarada desierta el viernes por falta de postores, dijo la firma encargada del proceso.
Otra oportunidad. Para la segunda fecha de subasta programada para el 21 de marzo, el precio base del complejo de US$ 270 millones se reducirá en 15%, dijo Pablo Peschiera, director general de Dirige, firma encargada de encontrar un nuevo operador.
El complejo, de casi un siglo de antigüedad, fue controlado en la década pasada por Doe Run Perú, una filial del estadounidense Renco Group, y es ahora administrado por una junta de acreedores conformada por el Gobierno, los trabajadores y un grupo de empresas fiadoras.
Peschiera dijo que hay firmas interesadas en la subasta, pero no se habrían presentado a la espera de que el Gobierno promulgue una norma “sincerando las reglas ambientales”, que son consideradas exigentes frente a otros países de la región.
Menor monto. Otra razón sería que los interesados esperan la reducción del precio de la subasta, de un 15% en la segunda subasta y de un porcentaje similar para la tercera fecha programada para el 30 de marzo, agregó.
La fundición, principalmente de zinc, plomo y cobre fue cerrada en el 2009 cuando Doe Run se quedó sin dinero para operar y completar la modernización de la planta metalúrgica, con deudas ahora por unos 650 millones de dólares.
Luis Castillo, dirigente del sindicato de trabajadores de La Oroya, dijo que hay tres firmas interesadas: una europea, una canadiense y otra peruana, pero se excusó de identificarlas.
El dirigente refirió que la china Greennovo, una unidad de la firma Eetac que había comprado las bases de la subasta, no avanzó en el proceso porque no cumplió con algunos requisitos.
REUTERS
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