Tras la denuncia, 14 hombres y tres mujeres fueron arrestados en París y otras ciudades de la región, así como en la Provenza y la Costa Azul.
Las joyas robadas a la socialité Kim Kardashian en París en octubre pasado no podrán ser encontradas, puesto que el oro fue fundido y las piedras preciosas retalladas, según la confesión de algunos detenidos. Fuentes próximas a la investigación citadas por la cadena de televisión BFMTV concluyeron que el botín, valorado en 9 millones de euros -incluía el anillo de pedida de Kardashian, de 3,5 millones- fue vendido en el mercado de joyas de Amberes.
En total, 17 personas han sido detenidas por este suceso, de los que 10 fueron imputados y nueve permanecen en detención preventiva. Entre ellos están cinco a los que los investigadores consideran los autores materiales del atraco que se produjo el pasado 3 de octubre en un apartamento de lujo del centro de París.
Confesión. Jean-Yves Lienard, el abogado de Aomar A., de 60 años, considerado por los investigadores como el coordinador del golpe, reveló a la televisión que su cliente reconoció los hechos y que las joyas fueron fundidas, retalladas y vendidas, pero que no tuvieron tiempo de repartirse el botín.
El letrado de otro de los imputados, François D., de 54 años, Manuel Abitbol, aseguró a la revista L'Obs que su cliente se encontraba a 150 kilómetros de París en el momento de los hechos presenciando un partido de fútbol en la tele junto a otras personas que pueden corroborar su coartada.
Los elementos de la investigación revelados por medios franceses ponen de manifiesto que el atraco fue cometido por un grupo de personas de edad, bautizado como el "clan de los veteranos", fichados por la policía y, en muchos casos, en búsqueda y captura.
Asalto. Según el diario Libération, todos ellos se mostraron a cara descubierta en los alrededores del apartamento de lujo que ocupaba Kardashian poco antes del golpe, lo que ha permitido su identificación gracias a las cámaras de vigilancia.
Además, se han encontrado restos de ADN de los cinco en la escena del delito, tanto en la cinta adhesiva y las bridas utilizadas para maniatar a la estrella y al portero del edificio, como en unas esposas. Uno de ellos, Yunice A, de 64 años, tropezó en el momento de la huida y no fue esperado por el resto, que escaparon en coche, por lo que tuvo que hacerlo en bicicleta. EFE
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