AFHS: Peter cree que Monserrat está embarazada

Monserrat les ha dicho a los González que doña Francesca sí los apoyará en el bingo y que lo hará entregándoles un departamento pero con la condición de que no le vayan a agradecer. “A la gente como ella no les gusta que se sepa que están ayudando a una causa noble”, dice la monsefuana.

Los González, como siempre, empiezan a aumentarle detalles a la “contribución” de Francesca. Primero añaden que se trata de un dúplex, luego que el dúplex está frente al mar, que está totalmente amoblado y que además viene con un auto del año cero kilómetros. Están convencidos de que su bingo será todo un éxito.

Marco llega a la casa de los González y se queda sorprendido de que el premio sea tan grande, pues con el dinero que obtengan de las tarjetas jamás igualará al precio del departamento que oscilará unos 200 mil dólares, para ello, tendrían que vender 65 mil bingos a 10 soles.

Por su lado, Monserrat se da cuenta que su “mentirita” está creciendo como una bola de nieve y entonces antes que algo más pase se acerca al dormitorio de Francesca llevan una copa de cognac. Pero su patrona no quiere beber nada y la hace salir. Luego se da cuenta que cuando Monserrat se acerca con una copa de cognac sin que se los hayan pedido es porque hay malo detrás. Monserrat se encuentra con Peter en el corredor y entonces le dice que le llevaba el cognar porque tenía que enterarla de una noticia. La joven está totalmente nerviosa y finalmente se aleja.

Peter le comenta a Madam lo que acaba de ocurrir y entonces suman al nerviosismo, el hecho de que la mucama le dijera que estaba en una relación. Concluyen que la monsefuana está embarazada de Tito. “¡De ese pelafustán!”, exclama Francesca. Peter está indignado y va en busca de Pepe y Tito.

Los encuentra en la puerta de la casa de los Maldini y no se aguanta y los abofetea. Luego Peter le reclama a Tito por haber embarazado a Monserrat. “Pero si solo nos hemos dado dos piquitos”, dice y luego se desmaya. Pepe tampoco resiste la noticia y también cae desmayado.

Francesca hace llamar a Monserrat para hablar directamente sobre su embarazo. “¡Pero si no estoy embarazada!”, revela. Y entonces confiesa que lo que hizo fue decir una mentirilla para que los González no la odiaran. “Usted ha hecho una contribución para el bingo”, añade. “¡Qué bien! ¡Me alegra! Pero ese premio saldrá de tu sueldo”, le dice Francesca que no sabe que el famoso premio es un departamento más los añadidos de los González.