Según el penalista Mario Amoretti, las consecuencias legales alcanzan a quien los revela, no necesariamente a los programas que lo difunden.
Publicar una conversación privada sin la autorización de otra persona es un delito. Así de claro fue el abogado penalista Mario Amoretti, pero aclaró que los programas de televisión en los cuales se difunden no necesariamente son responsables legales.
"Difundir esta clase de mensajes es aún más grave si es por extorsión, amenaza o chantaje. La pena sería impuesta a la persona que decide revelar estas conversaciones; no para el conductor o el productor del programa, tampoco para el canal, salvo que ellos emitan opiniones o comentarios que atenten contra el honor de la persona", dijo a RPP Noticias.
Amoretti también explicó que la denuncia debe ser presentada por la persona agraviada ante un juzgado penal, que se encarga de ver los de violación de derechos humanos.
El escándalo de la semana. Hace dos semanas, el futbolista Jerson Reyes dijo que tuvo un romance con Yahaira Plasencia, pese a que la cantante es pareja de Jefferson Farfán, y mostró una conversación en la cual supuestamente hablaban de un encuentro en un hotel.
Aunque este ha sido el caso más reciente de este tipo, la filtración de conversaciones privadas es algo que muchos programas de espectáculos han aprovechado en los últimos años para aumentar su rating.
Otras instancias. Según lo establecido por la Ley de Radio y Televisión (Ley Nº 28.278), cualquier persona puede presentar una queja cuando considere que el contenido de un programa de radio o TV incumple el horario familiar o el Código de Ética, que podrá ser resuelta inicialmente por el propio medio siguiendo el mecanismo de solución de quejas especificado en su Código de Ética.
Si este proceso no prospera, la queja puede ser enviada (en vía de denuncia) ante el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), ente rector de la radio y televisión peruana.
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