Expertos indican que prueba debió ser psicopatológica, no sexual, a fin de conocer la personalidad de las procesadas.
Las jóvenes Eva Bracamonte y Liliana Castro, procesadas por la muerte de la empresaria Myriam Fefer, dieron a conocer en un reportaje del programa Panorama que la jueza Carmen Choquehuanca evidencia en el caso judicial una actitud homofóbica.
Al respecto, una solicitud hecha por la jueza Choquehuanca revelaría tal práctica. En dicho documento judicial, pide la realización de una pericia psicológica y psiquiátrica a las procesadas a fin de determinar su comportamiento sexual y su predisposición a cometer actos ilícitos.
En efecto, las referidas pruebas se llegaron a concretar en cuatro oportunidades, afirmó la joven Eva Bracamonte.
Las preguntas formuladas por el psicólogo “eran horrorosas, humillantes e indignaste, que nadie en su sano juicio hubiera respondido”, según refirió la hermana de Ariel Bracamonte.
“O sea, lo que me está diciendo el Ministerio Público que una persona por ser negra, gorda, blanca, amarilla o roja tiene más posibilidades de cometer un acto ilícito. Esto para mí definitivamente es un caso gravísimo de homofobia”, precisó Eva Bracamonte.
Liliana Castro, por su parte, indicó que también fue obligada al cuestionado examen psicológico. “Siento que es una pericia totalmente homofóbica”, remarcó tras expresar que no comprende qué relación encuentra la jueza entre su sexualidad y un acto de homicidio.
Ante esta situación, el experto criminólogo Miguel Pérez Arroyo indicó que la prueba debió ser psicopatológica, no a nivel sexual, a fin de conocer la personalidad de las procesadas.
"Establecer ese vínculo (homosexualidad-delincuencia) conlleva prácticamente a una predisposición de la persona, que ordena ese análisis, a pensar, desde ya, que siendo lesbiana o homosexual es un delincuente en potencia", sentenció Pérez Arroyo.
Comparte esta noticia