Buscar
RPP Noticias
Estás escuchando En vivo
 
00:00 / 00:00
Lima
89.7 FM /730 AM
Arequipa
102.3 FM / 1170 AM
Chiclayo
96.7 FM / 870 AM
Huancayo
97.3 FM / 1140 AM
Trujillo
90.9 FM / 790 AM
Piura
103.3 FM / 920 AM
Cusco
93.3 FM
Cajamarca
100.7 FM / 1130 AM
La informacion mas relevante de la actuaidad al momento
Actualizado hace 0 minutos
Valgan verdades
Congresistas buscan volver a la inmunidad parlamentaria con proyecto de Acción Popular
EP 177 • 04:20
Entrevistas ADN
Excanciller mexicano espera que decisión de su país de exigir visa a turistas peruanos sea temporal
EP 1678 • 18:50
Las cosas como son
¿Se restablecerá la inmunidad de los congresistas?
EP 356 • 02:05

Jesús a Lázaro: ´Ven, sal fuera´ y ´desatadle y dejadle andar´

A puertas de iniciar la Semana Santa, el Padre Clemente Sobrado nos cuestiona sobre cómo hemos vivido y sentido la llamada de Dios en este tiempo fuerte para los creyentes.


La palabra de Dios siempre es buena noticia en RPP.

Evangelio de San Juan, capítulo 11, 1-45 (lectura abreviada)

Las hermanas enviaron a decir a Jesús: “Señor, aquel a quien tú quieres, está enfermo”. Al oírlo Jesús, dijo: “Esta enfermedad no es de muerte, es para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por ella”.
Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro.  Cuando se enteró de que estaba enfermo, permaneció dos días más en el lugar donde se encontraba. Al cabo de ellos, dice a sus discípulos: “Volvamos de nuevo a Judea”.
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro. Cuando Marta supo que había venido Jesús, le salió al encuentro, mientras María permanecía en casa.
Dijo Marta a Jesús: “Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora yo sé que cuanto pidas a Dios, Dios te lo concederá”.
Le dice Jesús: “Tu hermano resucitará.”  Le respondió Marta: “Ya sé que resucitará en la resurrección, el último día.” Jesús le respondió: “Yo soy la resurrección El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”.
Le dice ella: “Sí, Señor, yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que iba a venir al mundo”. Jesús dijo: “¿Dónde lo habéis puesto?” Le responden: “Señor, ven y lo verás.” Jesús se echó a llorar. Los judíos entonces decían: “Mirad cómo le quería.”  Pero algunos de ellos dijeron: “Este, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?”  Entonces Jesús se conmovió de nuevo en su interior y fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía puesta encima una piedra.
Dice Jesús: “Quitad la piedra.” Le responde Marta, la hermana del muerto: “Señor, ya huele; ya lleva cuatro días.” Le dice Jesús: “¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?”
Le quitaron la piedra. Entonces Jesús levantó los ojos al cielo y dijo “Padre, te doy gracias por haberme escuchado. Yo sabía que tú siempre me escuchas; pero lo he dicho por estos que me rodean, para que crean que tú me has enviado”.  Dicho esto, gritó con fuerte voz: “¡Lázaro, sal fuera!”
Y salió el muerto, atado de pies y manos con vendas y envuelto el rostro en un sudario. Jesús les dice: “Desatadlo y dejadle andar”.  Muchos de los judíos que habían venido a casa de María, viendo lo que había hecho, creyeron en él.

Reflexión del Padre Clemente Sobrado:

Amigos, “se hace camino al andar”. Y nosotros llegamos al último domingo de cuaresma. El próximo domingo ya será el Domingo de Ramos y daremos comienzo a la Semana Santa.  Supongo os habréis dado cuenta del proceso que hemos seguido. Los dos primeros domingos la figura central era Jesús tentado y transfigurado.

Luego hemos vivido el símbolo del agua con la Samaritana. Símbolo de nuestra sed de Dios y la sed que tiene Dios de ganar nuestro corazón y habitar en nosotros. En el cuarto domingo hemos vivido el problema de Jesús luz del mundo a través del ciego de nacimiento. Jesús queriendo abrirnos los ojos de la fe para ver el misterio de salvación y ver a los hombres como hermanos. Finalmente en este último domingo celebramos el problema de la vida, con la resurrección de Lázaro. Agua, luz y vida.

Hemos recorrido un camino de cinco semanas en las que comenzamos por configurarnos con Jesús tentado de desviarse del camino del Reino. Tenemos una gran meta, pero tenemos que reconocer nuestras flaquezas.

La transfiguración nos ha invitado a mirarnos por dentro. A no esclavizarnos de la imagen que podamos tener por lo que otros dicen o a mirarnos como Dios nos mira. No solo en lo que llevamos de basura, sino en todo lo bueno que llevamos dentro.

La samaritana nos llegó a mirar nuestro corazón y darnos cuenta de si está seco o siente la necesidad de llenarse de Dios. Dios capaz de saciarnos de nuestra sed de gracia, santidad y felicidad.

El ciego de la cuarta semana ha sido un llamado a la luz de la fe. La luz que viene de Dios a través de la fe y la nueva luz con la que tendremos que vernos, ver a los demás y ver al mundo, y sobre ver a Dios presente en nuestras vidas y en la historia.

Hoy, Lázaro, nos habla de un Jesús capaz de darnos vida, resucitarnos de todo lo que llevamos de muerte en nosotros.

¿Cómo hemos vivido todas estas realidades? ¿Cómo hemos sentido estas llamadas de Dios en nosotros? No olvidemos que el próximo Domingo de Ramos comenzamos la gran Semana Santa donde habrá muchas tinieblas pero que amaneceremos en la mañana de Resurrección. Esta es la meta de nuestro peregrinar. Que hoy escuchemos las palabras de Jesús a Lázaro: “Ven, sal fuera”, “desatadle y dejadle andar”.


Tags

Lo último en Lima

Lo más leído

Suscribirte al boletín de tus noticias preferidas

Suscríbete a nuestros boletines y actualiza tus preferencias

Buzon
Al suscribirte, aceptas nuestras políticas de privacidad

Contenido promocionado

Taboola
SIGUIENTE NOTA