Pese a campañas e iniciativas como Ni Una Menos, las cifras indican que en el 2016 la violencia contra la mujer ha aumentado en relación a los últimos años.
Este viernes se celebra el Día de la No Violencia Contra la Mujer en el mundo y en Perú, un país donde en promedio cada mes 11 mujeres mueren a manos de sus parejas, convivientes o exesposos. Las víctimas, de 15 años a más, son asesinadas por su género. Son nuestras víctimas del feminicidio.
Las denuncias por feminicidios y tentativas han aumentado exponencialmente esta década década. Según cifras del Ministerio de la Mujer, en el 2010 el promedio mensual fue de 6 tentativas y 8 asesinatos. En el 2015, la cifra ya era de 17 y 8 respectivamente. En octubre de este año, el promedio aumentó a 23 tentativas y 11 feminicidios. Es el índice más alto de los últimos años.
“El Perú es el tercer país donde la violencia contra la mujer se ejerce con más fuerza. Estamos luego de Etiopía y Bangladesh” recuerda Ana María Romero, ministra de la Mujer. El año pasado, se reportaron 95 casos de feminicidio y 198 tentativas. Este año, pese a la marcha Ni Una Menos, y una supuesta renovación en la concientización sobre el tema, 108 mujeres fueron asesinadas por su género y hubo 222 intentos. Solo hasta octubre, hay un aumento del 13% con respecto a 2015.
Lucha contra el sistema. Esta evolución también tiene otra lectura: cada vez más mujeres se animan a denunciar, pese a las trabas del sistema. Arlette Contreras fue agredida en julio del 2015 año en Huamanga por su pareja Adriano Pozo. El hombre estaba desnudo y la arrastró tomándola por los cabellos en el lobby de un hotel. En julio de este año, el Poder Judicial lo condenó a un año de prisión suspendida. La decisión causó indignación en todo el Perú y fue el germen de la marcha Ni Una Menos del pasado 26 de agosto, en la cual medio millón de personas marcharon contra la violencia de género.
Según cifras del Instituto Integración, el 35% de las mujeres peruanas agredidas físicamente no denunciaron el caso ni buscaron ayuda en alguna institución, un amigo o un familiar. El 47% no lo consideró necesario. El 33% no lo hizo por miedo o vergüenza. “Es difícil. Vengo enfrentando un proceso durante un año y medio”, dice Contreras, quien pese al apoyo de la opinión pública un se ha sentido agredida e insultado durante este tiempo. “Cuando denuncié tuve un montón de barreras. El policía era amigo del papá de mi agresor. Le llevaba agua. Yo no podía hablar, había estado ahorcada y se molestaba conmigo porque no podía declarar. Un policía insensible, un machista”.
La raíz del problema. Gritos, insultos, amenazas. Según los especialistas, estas actitudes y acciones violentas son adquiridas por los futuros agresores cuando son menores de edad. La violencia nace y se concreta en casa, con actitudes como la interrupción a una mujer cuando esta quiere dar su opinión. “Cuando en el hogar se repite una y otra vez el maltrato a la mamá, la hija mujer aprende a aguantar y el hermano hombre aprende a maltratar”, explica el psicólogo Jorge Garibotto.
La violencia contra la mujer no solo es verbal. Las cifras del Ministerio de la Mujer explican que entre enero y octubre de este año se han atendido 58,424 denuncias de violencia familiar y sexual. El 50% de estos fueron violencia psicológica, el 39,7% por violencia física y el 10,3% por violencia sexual. El 86% de las víctimas fueron mujeres, solo el 14% fueron hombres. La violencia también atraviesa las edades: el 32.1% de las víctimas son menores de edad, el 62.6% son jóvenes y adultos y el 5.3% fueron personas adultas mayores.
Respuesta del Estado. En sus primeros 100 días, el Gobierno del presidente Pedro Pablo Kuczynski, mediante el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP), ha tomado medidas para enfrentarse a este problema:
- Se amplió la capacidad de atención de la Línea 100 para denuncias de violencia familiar y sexual
- Se aumentó el horario de atención en Centro de Emergencia a Mujer en Lima y Arequipa. Ahora atenderán 24 horas al día y 7 días a la semana.
- El MIMP abrió dos nuevos albergues para víctimas de violencia familiar, uno en Lima y otro en Huancavelica.
- Se firmó un convenio con el Ministerio de Trabajo para que las víctimas de violencia acceda sean capacitadas y accedan a la bolsa laboral de esta cartera. El objetivo es que se rompa la dependencia con el agresor y con ello, el círculo de violencia.
- Los agresores y asesinos de mujeres fueron incluidos en la lista de los más buscados de la Policía. También se acordó, con el Ministerio del Interior, capacitar a los policías para que atiendan mejor a las mujeres que denuncian violencia.
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