Los nutracéuticos o alimentos funcionales cumplen acciones benéficas

Como todo en la ciencia, los conceptos y fundamentos en la nutrición se van ampliando y mejorando. Desde siempre en diferentes partes del mundo se viven situaciones donde la falta de alimentos conlleva a la carencia de nutrientes, pero ahora y en todos los países del mundo, se convive además con otra situación en la que la mala alimentación conlleva a enfermedades crónicas diversas.

Es así que ya no es suficiente pensar en una alimentación que asegure los nutrientes, sino en una que promueva la salud y disminuya los riesgos de enfermedades. Es así que en Japón hacia los años 80, frente a los altos costos de la salud y con la finalidad de mejorar la salud de su gente, se desarrollan importantes investigaciones sobre las funciones de nutrientes y compuestos activos de los alimentos en el ser humano.

En 1991, Japón establece el concepto de "Alimentos para Uso Específico en la Salud, (Foods for Specified Health Use - FOSHU)  referido también en nuestras regiones como alimento funcional o antes nutracéutico.

Un alimento para ser considerado funcional debe cumplir ciertas características: no ser un comprimido ni un suplemento; sus efectos deben ser demostrados científicamente; además de contener nutrientes del propio alimento para cubrir los necesidades nutricionales, deben ser capaces de mejorar la salud física o mental o disminuir el riesgo de alguna enfermedad; debe ser consumido como parte de la alimentación regular de la persona.

Dicho alimento puede cumplir este requisito si por sí mismo contiene las sustancias benéficas o porque se le ha agregado algún nutriente o compuesto activo de origen vegetal o animal cuya acción benéfica para la salud ha sido comprobada. Un alimento funcional puede ser natural o industrializado (por ejemplo el yogurt).

Algunos ejemplos: 

Prebióticos (fructoligosacaridos) presentes en alcachofa, plátano, yacón, ajos etc que promueven una flora intestinal más saludable y favorecen la absorción de agua y sales.

Probióticos (bacterias agregadas como lactobacillus, bifidobacterias) presentes en lácteos como el yogurt, quesos que disminuyen el riesgo de contraer infecciones intestinales, estreñimiento y favorecen el sistema inmunológico.

Alimentos fuente de omega 3, algas marinas, pescados grasos que benefician el desarrollo cerebral y disminuyen el riesgo de enfermedades mentales como el Alzheimer y alimentos fortificados o enriquecidos con DHA, AA como lácteos, huevos etc.

Las necesidades y la investigación nos permiten mejorar. Algunos investigadores se orientan a que en un futuro cercano la nutrición se especializará no sólo en asegurar los nutrientes básicos para la vida, sino en ofrecer regímenes alimentarios dependientes de los riesgos y antecedentes familiares por el desarrollo de ciertas enfermedades.

Por: licenciada Sara Abu Sabbah – nutricionista y conductora de Salud en RPP

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Conducción: doctor Juan Carlos Benites, internista,  doctor Jorge Abel Salinas, pediatra y Licenciada Sara Abu - Sabbah, nutricionista.

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Integrantes del programa: Doctor Elmer Huerta, oncólogo, Past - President de la Sociedad Americana del Cáncer y Dr. Aníbal Anticona, pediatra e investigador.

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Producción: Betty Elías Corani