En la mayoría de casos, los detenidos llevan una vida aparentemente normal. Sin embargo, la Policía logra incautar material pornográfico oculto en sus ordenadores.
La Policía Nacional lleva a cabo al mes dos intervenciones en domicilios de particulares tras arduas investigaciones por denuncias de ciberacoso contra menores. En la mayoría de casos, los detenidos llevan una vida aparentemente normal a la vez que cuentan con sofisticados archivos en sus ordenadores.
El jefe del departamento de Investigación de Pornografía Infantil (DPI), David Silva Arangoitia, que pertenece a la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat), dijo a EFE que en el Perú los menores que son acosados han aumentado, en especial a través de las redes sociales.
Cifras en aumento. "El número de denuncias por ciberacoso se ha duplicado en los últimos años a la vez que el número de operativos policiales", comentó Silva y explicó que cuando el acosador es un adulto se suele "inventar un perfil para atraer al menor".
Fue el caso, por ejemplo, de un hombre que en 2013 se hizo pasar por Justin Bieber y ofrecía entradas gratis para su concierto en Lima si las jóvenes que contactaban le mandaban fotos íntimas. Cuando dejaban de obedecerle, el agresor les chantajeaba con enviar a familia o amigos esas imágenes, ha detallado.
Un caso. Al entrar en su domicilio en la localidad de Trujillo se encontraron a un hombre en silla de ruedas. Solo tras una intensa búsqueda, los agentes hallaron unos archivos de música que estaban codificados y guardaban una gran cantidad de imágenes de sus víctimas. "Llegó a engañar a diez niñas", ha recordado Silva, que lleva una década persiguiendo a pederastas, sobre todo los que actúan informáticamente.
Asimismo, ha rememorado el caso llevado a cabo junto a la Policía española tras las denuncias de hasta catorce niñas de España que fueron ciberacosadas por un joven de 28 años que vivía en Perú. En su casa se encontró un disco duro encriptado con imágenes. EFE
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