José María 'Chema' Salcedo te explica la importancia de esta dispositivo, quién lo inventó y qué condiciones le permiten mantenerse intacto pese a los accidentes.
Graban las voces de los pilotos, copilotos, personal del avión. Almacenan datos de vuelo y se mantienen intactas a pesar de que los aviones sufran accidentes catastróficos. Estamos hablando de las cajas negras o los registradores de vuelos.
La caja negra fue creada en 1958 por el científico australiano David Warren, luego de que su padre falleciera en un accidente aéreo. Pesa más de 7 kilos, está fabricada a base de titanio y acero, puede soportar 1,100 grados centígrados de temperatura y estar hasta 6,000 metros debajo del mar.
Resistencia. “Estas cajas emiten una señales que tiene un determinado tiempo de duración para poderlas ubicar. Te permite ver si los motores estuvieron funcionando bien, graban las conversaciones que tuvieron los pilotos con torres de control, que se da más o menos en los últimos 30 últimos minutos de vuelo. La ubicación de las cajas depende de la aeronaves, pero normalmente están en la parte posterior”, explica el ingeniero aeronáutico Hernán Rivas.
Se le llama caja negra porque contiene información secreta y muy valiosa, sobre todo para esclarecer las causas de los accidentes. Su color no necesariamente es negro, suele ser rojo o naranja. También existen cajas negras para trenes, submarinos y hasta drones.
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