Las tropas del presidente Bashar al Asad atacaron a varias localidades del área rebelde de Guta Oriental, en uno de los episodios más mortíferos en siete años de guerra.
Los aviones del régimen sirio continuaron este jueves lanzando sus bombas sobre el bastión rebelde de la Guta Oriental, donde han muerto más de 220 civiles tras cuatro días de ataques, provocando uno de los balances más mortíferos en esta región en siete años de guerra.
De una rara intensidad, estos bombardeos han afectado desde el lunes a varias localidades de esta vasta región, que cuenta con 400.000 habitantes, sitiados desde 2013 ante la impotencia de la comunidad internacional. Al menos seis poblaciones fueron alcanzadas por las bombas y entre los muertos hay mujeres y niños, indicó la ONG OSDH (Observatorio Sirio de Derechos Humanos) con base en Gran Bretaña.
Estados Unidos aseguró este jueves que apoyaba los llamamientos a una tregua de parte de la ONU, tras denunciar los ataques del régimen del presidente Bashar al Asad, que "deben cesar inmediatamente".
No obstante, en otro frente, la coalición internacional liderada por Washington afirmó haber matado a un centenar de combatientes pro gobierno sirio en un ataque de represalia. El mando militar estadounidense en Oriente Medio confirmó esta cifra.
No hay acuerdo para una tregua
El enfrentamiento ocurre en plena escalada de la tensión entre Estados Unidos y Siria por el presunto uso de armas químicas por parte del régimen sirio y una milicia aliada.
En este contexto, el Consejo de Seguridad de la ONU, que tuvo una reunión este jueves a puertas cerradas para abordar una tregua humanitaria de un mes reclamada por los representantes de las agencias de la ONU con base en Damasco, no llegó a ningún acuerdo.
Hostil al régimen de Bashar al Asad, Estados Unidos dijo antes de la reunión que "apoyaba" el llamado a la tregua. Pero Rusia, que apoya militarmente al régimen sirio, consideró que tal tregua "no era realista". (Con información de AFP)
Comparte esta noticia