McKayla Maroney publicó en su cuenta de Twitter que sufrió abuso sexual por el doctor de la selección femenina de gimnasia.
El hashtag #MeToo (Yo también) ha destapado la historia de millones de mujeres que han sufrido algún tipo de acoso o abuso sexual. Esta campaña fue propuesta por la actriz estadounidense Alyssa Milano, a raíz de las acusaciones contra el productor de Hollywood Harvey Weinstein. Dentro de los crudos testimonios, se encuentran el de McKayla Maroney, destacada exgimnasta de la selección de Estados Unidos y ganadora de varias medallas olímpicas.
La deportista publicó en su cuenta de Twitter una extensa carta en la que cuenta detalladamente cómo fueron estos abusos sexuales que sufrió desde los 13 años por su doctor de cabecera, Larry Nassar. Maroney explica que Nassar abusó de ella diciéndole que estaba recibiendo un “tratamiento médico necesario que había aplicado en sus pacientes por más de 30 años”.
“Parecía que en cualquier lugar y momento en los que este hombre pudiera encontrar una oportunidad, yo recibía el tratamiento”, escribió. Pero la exgimnasta, de ahora 21 años, cuenta que “la noche más aterradora de mi vida” ocurrió cuando tan solo tenía 15 años y había viajado con la selección femenina hasta Tokio.
Abusos. “Antes de viajar, me había dado una pastilla para dormir y lo siguiente que recuerdo es que estaba sola con él en su habitación del hotel haciéndome un ‘tratamiento’”. La joven asegura que los episodios de abuso ocurrieron también en las Olimpiadas de Londres del 2012.
Maroney se hizo popular durante este evento en redes sociales debido a la cara de insatisfacción que puso al recibir su galardón. Su expresión inspiró numerosos memes. Incluso Barack Obama se tomó una foto con ella en la Casa Blanca parodiando la célebre mueca. Pero nadie del público sabía los oscuros sucesos que ocurrían detrás de las cámaras.
“Se supone que las Olimpiadas es algo que trae felicidad. Inspira a las personas a cumplir sus sueños porque nada es posible sin dedicación ni trabajo duro. Recuerdo ver las Olimpiadas de 2004. Tenía 8 años y me dije a mí misma que algún día vestiría esa malla azul, roja y blanca y competiría por mi país. Lo logré. Pero a cambio de un precio", lamenta.
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