El papa Francisco ha decretado la expulsión de aquellos obispos que muestren un comportamiento negligente en relación con los casos de abusos sexuales hacia menores.
El papa Francisco ha decretado la expulsión de aquellos obispos que muestren un comportamiento negligente u oculten información en relación con los casos de abusos sexuales hacia menores o adultos vulnerables.
Negligencia. La Santa Sede publicó el "motu proprio" (documento papal) "Como una madre amorosa" con el que se refuerzan los artículos del Código de Derecho Canónico en los que se estipula la posibilidad de expulsar a un eclesiástico por "causas graves". "Con el presente documento pretendo precisar que entre las denominadas 'causas graves' se incluye la negligencia de los obispos en el ejercicio de sus funciones, particularmente en relación con los casos de abusos sexuales a menores y adultos vulnerables", señala el pontífice.
Daños a otros. El Código de Derecho Canónico establece en su artículo 193 que "nadie puede ser removido de un oficio conferido por tiempo indefinido, a no ser por causas graves". El documento presentado este sábado por el papa Francisco consta de cinco artículos y en el primero de ellos se señala que aquellos con responsabilidad en la Iglesia "pueden ser legítimamente retirados de su cargo si, por negligencia, haya omitido actos que hayan provocado daños a otros".
Abuso de menores. Estos daños pueden referirse a personas físicas o a la propia comunidad y el perjuicio podrá ser "físico, moral, espiritual o patrimonial". El obispo puede ser retirado solamente si haya fallado objetivamente de manera muy grave a sus responsabilidades pero, en el caso de que se trate de abuso a menores, "es suficiente que el fallo sea 'grave'".
Niños. En el documento Francisco señala que la Iglesia ama a todos sus hijos pero "cura y protege con un afecto muy particular a los pequeños e indefensos", como los niños o los adultos vulnerables.
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