El pontífice dijo que la corrupción es como la droga.
El papa Francisco sostuvo que la corrupción "crea dependencia" y genera "pobreza, explotación y sufrimiento". "Alguno se comporta con la corrupción como con las drogas: piensa poderla usar y dejarla de usar cuando quiera", dijo.
Dos caminos. Francisco dedicó su reflexión a las diferencias "entre dos estilos de vida contrapuestos: el mundano y el del evangelio". "La mundanidad se manifiesta en actitudes de corrupción, de engaño, de opresión, y constituye el camino más equivocado, el camino del pecado, aunque sea el más cómodo de recorrer", explicó el pontífice latinoamericano durante el rezo del Ángelus desde el palacio apostólico en la plaza de San Pedro.
Espíritu del evangelio. "Por el contrario, el espíritu del evangelio requiere un estilo de vida serio y constante, con el sello de la honestidad, la corrección, el respeto por los otros y su dignidad, el sentido del deber. Esta es la astucia cristiana", explicó.
Elegir lo justo. "El recorrido de la vida lleva una elección entre dos caminos: entre la honestidad y deshonestidad, entre la fidelidad e infidelidad, entre egoísmo y altruismo, entre bien y mal", comentó.
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