La "barra de género", que divide a mujeres de hombres en cualquier establecimiento en ese país, ha generado una serie de críticas hacia la cadena de cafeterías.
En Arabia Saudí la igualdad de derechos entre hombres y mujeres no existe. Ellas deben gestionar todo con permisos: sus relaciones, sus trabajos, viajes o estudios. No son autónomas de sus cuentas y mucho menos pueden ir solas a comprar vestimenta.
Esta práctica se ha extendido hasta a los comercios del extranjero que llegan para hacer negocios. Este caso es el de la cafetería Starbucks, que en una de sus tiendas le ha prohibido el ingreso a las mujeres, y si quieren algún producto, deben llamar a algún hombre para que haga la transacción.
Según información del diario Le Monde, recogida por ABC, esta medida se debe a que la barra que divide la entrada de hombres y mujeres en el establecimiento, se malogró. Esto hizo que los dueños de la franquicia decidieran, hasta que sea reparada, no permitirles el ingreso.
Diferencias con EE.UU. El cartel dice: "Prohibida la entrada a mujeres, por favor envíe a su conductor para pedir". Starbucks ha contestado, según Cosmopolitan, que ellos se pliegan a las costumbres locales de cada país en el que están presentes, como en este caso con la denominada "barra de género", pero que sus servicios "son iguales para hombres, mujeres y familias".
La cadena ha recibido todo tipo de críticas en redes sociales. Los internautas consideran un doble discurso de la cadena. Hace pocos días, en Estados Unidos, Starbucks se enfrentó a Donald Trump y a su política antiinmigratoria. Prometió contratar refugiados para que trabajen en sus tiendas. Ahora, la visión es diferente del otro lado del mundo.
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