La relación entre Turquía y Estados Unidos se ha deteriorado por la detención de trabajadores de la embajada norteamericana en Ankara y la suspensión mutua de visados.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, elevó de nuevo la tensión con Estados Unidos al acusarlo de "acoger a terroristas", en pleno conflicto entre los dos países por la detención de trabajadores de la embajada estadounidense en Turquía y la suspensión mutua de visados.
"Dicen que son la cuna de la democracia pero, por otro lado, albergan a terroristas. Hospedan al líder del terrorismo en su país y, por otro lado, reclaman a un trabajador de su embajada", acusó.
Detenciones por golpe de Estado. Erdogan se refería así al clérigo islamista Fethullah Gülen, autoexiliado en Estados Unidos desde 1999, a quien Ankara responsabiliza del fallido golpe de Estado de julio del año pasado y cuya extradición ha reclamado sin éxito hasta ahora.
Las autoridades turcas han arrestado en los últimos días a dos trabajadores turcos de la embajada estadounidense en Ankara y ordenado la detención de otro, acusados de pertenecer a la red de Gülen.
La respuesta de EE.UU. Washington ha reaccionado a esas medidas suspendiendo la emisión de visados en Turquía, una medida ante la que Ankara ha respondido de forma recíproca.
"Es inaceptable que Estados Unidos haya sacrificado a un socio estratégico como Turquía por un presunto embajador", dijo Erdogan en declaraciones retransmitidas por el canal CNNTürk, culpando así de toda la crisis al representante diplomático de EEUU en Ankara.
"Si el presidente (estadounidense) apoya esta medida, seguiremos defendiendo nuestra decisión", añadió. "Somos el Estado turco, ustedes tienen que aceptarlo. No les necesitamos", advirtió el político islamista. (EFE)
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