Pyonyang es considerada una ciudad exclusiva, donde la población goza comodidades que el resto del país no ve normalmente.
Los parques de atracciones, celulares y taxis en Pyonyang, capital de Corea del Norte, son algo cada vez más común.
Estas son señales de la existencia de una nueva clase empresarial surgida gracias a la “liberización” de la economía norcoreana, iniciada en el mandato de Kim Jong-Il. Iniciativas privadas estrechamente controladas por el ámbito político marcan la economía del país asiático, indicó a la Agencia AFP el profesor universitario Andrei Lankov.
En otras épocas muchos de los gustos que se da una familia de clase media, cenar en un restaurante o visitar un delfinario, solo estaban reservados para la élite dirigencial.
Falta mucho por hacer
Si bien se pueden ver estos avances en la capital, la ONU estima que en el país un tercio de los niños menores de cinco años sufre de raquitismo.
Lo cierto es que Kim Jong-Un no parece priorizar estos temas y sigue su política de centros de entretenimiento de clase mundial (estaciones de esquí y centros ecuestres) en el aislado país.
TE PUEDE INTERESAR
Comparte esta noticia