Ciudades importantes prometieron continuar su lucha contra la política migratoria de Donald Trump a pesar de los riesgos financieros.
El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, ha pedido a las llamadas "ciudades santuario" a colaborar con las autoridades federales para detener y deportar a los indocumentados y a aquellos inmigrantes que hayan cometido algún crimen.
"Cuando las ciudades y los estados se niegan a ayudarnos a hacer cumplir nuestras leyes, nuestro país es menos seguro. Esas políticas no pueden continuar", dijo Sessions.
Se oponen a política migratoria. En rueda de prensa, amenazó a ciertos Estados con bloquear su acceso a parte de los 4,100 millones de dólares disponibles como fondos federales de no adherirse a las nuevas leyes migratorias.
Los líderes de importantes ciudades como Nueva York, San Francisco, Seattle, Denver, Chicago y Filadelfia prometieron continuar su lucha contra la campaña de Donald Trump a pesar de los riesgos financieros. "Vamos a convertirnos en la peor pesadilla de este gobierno", señaló Melissa Mark-Viverito, portavoz del consejo de la ciudad de Nueva York.
Orden ejecutiva. El presidente de EE.UU., Donald Trump, firmó en enero una orden ejecutiva para resucitar los programas de cooperación entre la policía local y las autoridades migratoria y para interrumpir la concesión de ciertos fondos federales a las "ciudades santuario", que incluye unas 200 urbes, condados y otras jurisdicciones en EE.UU. que protegen de la deportación a inmigrantes. Ellas se niegan a informar al Gobierno del estatus migratorio de sus detenidos para evitar su deportación.
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