Un grupo de especialistas pidió un recuento de votos en tres estados que le dieron la victoria a Trump. Quien apoya la iniciativa no es Hillary Clinton, sino otra excandidata: Jill Stein.
La victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos se ve amenazada. Un grupo de seguidores de la excandidata demócrata Hillary Clinton y la excandidata del Partido Verde, Jill Stein, quieren un recuento de votos en tres estados: Wisconsin, Pensilvania y Michigan. Esto luego de informes de expertos en seguridad electrónica que piden descartar una manipulación de datos informáticos en las elecciones, un posible hackeo.
Los seguidores de Clinton han solicitado el recuento a través de una campaña en las redes sociales bajo la etiqueta "AuditTheVote". La campaña de Stein anunció este miércoles que necesitaba recaudar unos 2 millones de dólares para costear el proceso. En su web oficial, el Partido Verde dijo que ya han superado los 4,1 millones de dólares y que con ello cuentan con la financiación necesaria para costearlo, al menos, en Wisconsin.
En un video publicado en Facebook, el director de campaña de Stein, David Cobb, alertó de que en los últimos días han aparecido informes de expertos cibernéticos que contienen "noticias muy preocupantes sobre la posibilidad de violaciones de seguridad en los resultados de la votación" del pasado 8 de noviembre. Irónicamente, durante la campaña fue Trump quien alertó en muchas ocasiones en un posible fraude electoral y denunció que el sistema estaba "amañado" en su contra, al punto que amenazó con no reconocer los resultados de los comicios si no le eran favorables.
El origen del pedido. Trump venció a Clinton el pasado 8 de noviembre por muy poca diferencia de votos en los estados de Pensilvania y Wisconsin, mientras que en Michigan tiene una leve ventaja, pero el estado todavía ha terminado de contar los votos. Según la web Cook Political Report, dedicada a recoger el recuento electoral, en Pensilvania la ventaja de Trump sobre Clinton fue de unos 70.000 votos, en Wisconsin de poco más de 20.000 y en Michigan la cifra que separa a ambos se reduce a unos 10.000. Estos tres estados se habían inclinado hacia candidatos demócratas en las pasadas elecciones.
Con esas cifras, un grupo de destacados expertos informáticos y abogados electorales, entre ellos John Bonifaz y J. Alex Halderman de la Universidad de Michigan, alertaron a la campaña de Clinton de que la candidata recibió menos votos de lo esperado en condados que dependen de máquinas de sufragio electrónicas. Por ello creen que la mejor forma de certificar que no hubo manipulación de datos informáticos es llevar a cabo un recuento en los tres estados mencionados.
Los especialistas le dieron esta información al equipo de Clinton en una conferencia telefónica celebrada la semana pasada con el jefe de campaña de la candidata demócrata, John Podesta, entre otros. Pero la campaña de la exsecretaria de Estado se ha negado a tocar el tema. La ventaja en estos tres estados fue determinante para que Trump superara los 270 votos requeridos para ganar la elección. En el voto popular o voto directo, Clinton superó a su rival por dos millones. EFE
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