Previamente, el presidente había defendido su acusación a Obama, su antecesor, de escuchar sus llamadas en el mismo proceso electoral.
Mediante su portavoz Sean Spicer, Donald Trump acusó a la inteligencia británica de espiarlo durante la campaña presidencial del 2016. En respuesta, el centro de comunicaciones GCHQ negó la versión estadounidense y la llamó un "absoluto disparate".
En un comunicado, algo poco habitual en el GCHQ, el centro rechazó las acusaciones sobre las escuchas, mencionadas este jueves por el secretario de prensa del presidente de EE.UU. y aireadas esta semana en el canal de televisión Fox News. "Las recientes afirmaciones hechas por el comentarista juez Andrew Napolitano de que se había pedido al GCHQ que llevara a cabo escuchas contra el entonces presidente electo (Trump) son ridículas y un absoluto disparate y deberían ser ignoradas", señala la nota.
Nuevas acusaciones. El GCHQ, un gran complejo de comunicaciones del Gobierno ubicado en la ciudad de Cheltenham (al oeste de Inglaterra), trabaja en estrecho contacto con los servicios secretos británicos MI5 (interior) y MI6 (externo) y una de sus labores más importantes es la de defender al Reino Unido de amenazas cibernéticas. El portavoz de Trump ha insistido en que el expresidente de EE.UU. Barack Obama ordenó las escuchas a Trump durante la campaña para las elecciones presidenciales del año pasado.
El exagente estadounidense Edward Snowden, actualmente refugiado en Rusia, llegó a decir que el centro británico es capaz de apagar y encender los móviles de la gente para escuchar lo que se está diciendo en los alrededores. Spicer insistió ayer que Trump "mantiene" su alegación de que Obama ordenó escuchas telefónicas en la Torre Trump de Nueva York el año pasado, a pesar de que los líderes del Congreso encargados de investigarlo han negado tener pruebas de esa acusación. (Con información de EFE)
Comparte esta noticia