Un agente casi acaba con la vida de la monarca más longeva. La reina fue confundida con un intruso.
Isabel II de Inglaterra estuvo a punto de recibir un disparo por error. Una noche, un guardia confundió a la reina con un intruso. El curioso suceso fue revelado en el diario británico The Times.
Alrededor de las 3 de la madrugada, un guardia estaba haciendo su patrulla cuando vio una figura humana en la oscuridad de la noche. Pensó que se trataba de un extraño y le gritó: "¿Quién es?”. El guardia quedó sorprendido al escuchar la voz de la reina. "¡Maldita sea, Majestad, casi le disparo!".
De acuerdo a lo contado de este exguardia, la monarca británica camina por los jardines del palacio de Buckingham cuando tiene problemas para dormir. El vigilante se dio cuenta de la manera grosera que le respondió a la reina y pensó que iba a ser regañado. Sin embargo, Isabel II tomó con humor la situación. "Eso está muy bien. La próxima vez llamaré antes de salir a pasear para que no tengas que dispararme".
Sigue enferma. La reina Isabel II, de 90 años, aún se recupera en su residencia rural de Sandringham, del fuerte resfriado que le ha mantenido alejada de los compromisos oficiales más de dos semanas. Esta semana, según la agencia EFE, la reina se encontró con fuerzas para condecorar a uno de sus empleados, Ray Wheaton, en Sandringham, un gesto percibido como un indicio claro de mejoría de su salud.
El fuerte resfriado impidió este año a la reina cumplir con compromisos habituales del periodo navideño, como asistir a la misa de Navidad y la de Año Nuevo en Norfolk. De hecho, este año, la soberana y su esposo, el duque de Edimburgo, de 95 años, retrasaron un día su partida de Londres a Sandringham debido a que ambos estaban resfriados.
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