El deslizamiento aplastó un lujoso hotel en el centro de Italia, en el que los huéspedes estaban por irse ante la nieve que se había acumulado en las montañas.
Los huéspedes del hotel Rigopiano de Farindola, en Los Abruzos (centro de Italia) habían estado esperando horas un quitanieves que les abriese el camino para poder marcharse, antes de que una avalancha caiga sobre el lugar. En medio de la espera, dos de estos salieron del hotel brevemente, una decisión que eventualmente les salvaría la vida.
Así lo contó Quintino Marcella, propietario del restaurante donde trabaja uno de los dos únicos supervivientes hasta ahora del alud, y quien recibió la llamada pidiendo auxilio. Gampiero Parete y Fabio Salzetta se encontraban fuera del hotel durante la avalancha y pudieron refugiarse en un coche. El primero llamó al propietario del restaurante donde trabaja como cocinero a las 17:40 de ayer (11:40 hora peruana) para contarle lo que había sucedido y pedirle que busque ayuda.
Marcella explicó este jueves a varios medios de comunicación que Parete le dijo que los huéspedes habían pedido abandonar el hotel ante las adversas condiciones meteorológicas con intensas nevadas que caían desde hacía días y por las que se había acumulado entre dos y tres metros de nieve. "El quitanieves tendría que haber llegado a las 15.00 horas, pero al final fue retrasado a las 19.00 horas. Habían preparado las maletas y estaban todos esperando para dejar el hotel”.
"He perdido todo". Parete, que fue hospitalizado en Pescara con síntomas de hipotermia, explicó a Marcella que se había salvado porque fue un momento a su auto para sacar algo. Dentro del hotel están su mujer y sus dos hijos de 8 y 6 años. "Me ha dicho. Ha habido una avalancha. El hotel no está, ha desaparecido. Solo estamos dos aquí fuera, llama a los socorristas, llama a todos", explicó sobre soble lo que le dijo su empleado.
También denunció que después de varias llamadas consiguió hablar con una responsable de la delegación de Gobierno que le contestó que "ella había llamado hace dos horas al hotel y que todo estaba bien" y que le costó convencerla de que había pasado algo grave. Solo a las 8 de la tarde, contó, se puso en marcha todo el dispositivo de rescate. Marcella continuó hablando por Whastapp con el cocinero de su restaurante que le decía: "Están todos muertos. He perdido todo".
Solo se han recuperado dos cadáveres, pero hay unos 30 desaparecidos entre los 22 clientes registrados y el personal. Las imágenes del lugar muestran que el hotel de cuatro estrellas, un edificio de tres pisos y con balneario, desapareció completamente. Solo el lado del establecimiento, donde está la piscina, está al descubierto. La avalancha de nieve se produjo previsiblemente por los sismos del miércoles: cuatro temblores cuya magnitud supero los 5 grados en la escala Richter.
(Con información de EFE)
Comparte esta noticia