El impasse se produce tras el veto holandés a la presencia de dos ministros turcos en el país europeo.
El ministro de Asuntos Europeos de Turquía, Ömer Çelik, insistió en que la actuación de las autoridades holandeses, que impidieron la víspera que dos ministros turcos participaran en un mitin político en Rotterdam, es "exactamente fascismo".
"El fascismo ha despertado en Holanda y ha tomado el escenario. Todos los demócratas verdaderos del mundo deben reaccionar a esto para un mundo libre", escribió Çelik en su cuenta de Twitter.
Anuncia represalias. Agregó que el primer ministro holandés, el liberal Mark Rutte, se ha convertido "en la voz de una mentalidad oscura y racista que llevó a la Segunda Guerra Mundial". También el primer ministro turco, Binali Yildirim, condenó en un comunicado escrito la actitud del Gobierno holandés y anunció que se les daría "una respuesta de la mayor gravedad".
"Nuestros amigos europeos, que hablan en cada oportunidad de la democracia, la libertad de expresión y de los derechos humanos, han suspendido el examen una vez más en este asunto", reza el texto, hecho público en la web del Gobierno. "Sepa nuestra querida nación que se tomarán represalias equivalentes contra este tratamiento inaceptable de Turquía y de nuestros ministros, que gozan de inmunidad diplomática", afirma.
El origen del impasse. Estas críticas se producen tras una jornada el sábado, que comenzó con el veto holandés al aterrizaje del avión que llevaba al ministro de Exteriores, Mevlüt Çavusoglu, y terminó con la expulsión de la ministra de Familia y Asuntos Sociales, Fatma Betül Sayan Kaya.
Ambos querían haber campaña en Rotterdam entre la comunidad turca local para el referéndum constitucional de Turquía del 16 de abril. Holanda alegó razones de seguridad pública para prohibir sus mítines políticos, previstos en el recinto del consulado turco en la ciudad portuaria.
Incidencias. La policía holandesa dispersó en la madrugada del domingo a una muchedumbre reunida ante el consulado turco, donde fue retenido el vehículo en el que viajaba la ministra turca antes de ser expulsada de nuevo a Alemania, de dónde había llegado a Holanda.
Ankara reaccionó instando al embajador holandés -que se encuentra fuera de Turquía- a que "no vuelva por un tiempo" y cerró al tráfico todos los accesos a las legaciones diplomáticas neerlandesas en Estambul y Ankara.
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