Luego de participar en una misa en honor a su esposa, el expresidente se dirigió a sus simpatizantes por primera vez desde que se decretó su prisión.
El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva rompió este sábado el silencio que había mantenido desde que se dictó el auto de prisión en su contra con un mensaje ante miles de simpatizantes que le acompañan frente a la sede del sindicato de metalúrgicos de Sao Bernado do Campo.
Arropado por la expresidenta Dilma Rousseff, varios miembros de la cúpula del Partido de los Trabajadores (PT) y aliados, Lula se encaramó a la tarima de un camión instalado en las inmediaciones de la sede del sindicato para saludar a sus seguidores.
El presidente se recluyó en la sede sindical en la noche del jueves y salió hoy para asistir a una ceremonia en memoria de su fallecida esposa Marisa Leticia. Lula desafió al juez Sergio Moro, que le había conminado a entregarse a la Justicia hasta las 20.00 GMT del viernes para cumplir una condena de 12 años por corrupción y lavado de dinero. EFE
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