La versión del Estado Islámico contradice a la de los afganos, que informaron de al menos 36 muertos por el bombardeo ordenado por el gobierno de Donald Trump.
El Estado Islámico (ISIS) negó este viernes mediante la agencia de noticias Amaq que se registraran muertos o heridos en sus filas por el bombardeo de EE.UU. del día anterior en Afganistán. Según el Pentágono y el gobierno de este país arábe, el lanzamiento de la ‘madre de todas las bombas’ fue contra una base de los yihadistas y mató a más de 30 combatientes.
En un breve comunicado difundido por internet, la agencia afiliada a los extremistas aseguró que no hubo "ningún muerto ni herido tras el ataque estadounidense ayer en Nangarhar con un misil de tipo GBU-43/B", citando a una fuente no identificada. Un portavoz del Ministerio de Defensa afgano, Muhammad Radmanish, había dicho previamente a EFE que al menos 36 terroristas murieron por el bombardeo, que destruyó además una importante instalación de la organización.
La versión de EE.UU. El jefe del contingente estadounidense en Afganistán, el general John Nicholson, también había dicho en rueda de prensa que, hasta el momento, se han contabilizado 36 muertos del Estados Islámico y que no se produjeron bajas civiles. Tambien explicó que el objetivo del bombardeo era acabar con un complejo de túneles, cuevas y búnkeres en el distrito Achin de Nangarhar, que los yihadistas usaban como una base de operaciones.
El Pentágono difundió este viernes el vídeo del momento en que la bomba GBU-43, la mayor no nuclear del arsenal estadounidense, impacta en la ladera de una montaña en el distrito de Achin, provincia de Nangarhar, El proyectil, conocido como "madre de todas las bombas" y con una potencia equivalente a once toneladas de TNT, nunca había sido utilizado. EFE
Achín, distrito donde se dio el ataque:
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