La ONU señala que el grupo terrorista ha sufrido un deterioro drástico en sus finanzas, lo que le ha obligado a operar con "un presupuesto de crisis".
El Estado Islámico (EI) sigue perdiendo terreno en sus bastiones de Oriente Medio y sus recursos económicos se han debilitado, pero el grupo yihadista mantiene su capacidad para atacar en distintos países y se centra cada vez más en esa opción, según un informe publicado por la ONU.
El documento, que este martes será presentado formalmente ante el Consejo de Seguridad, apunta que el EI "se encuentra a la defensiva desde el punto de vista militar en varias regiones", incluidos Irak, Siria, Libia y Afganistán.
Formas de reclutamiento. Según Naciones Unidas, el "grupo no ha podido aguantar la presión sostenida que soporta en varias zonas de conflicto", pero "se está adaptando parcialmente a esta situación".
Por ejemplo, los yihadistas están utilizando de manera creciente "métodos más encubiertos para las comunicaciones internas y el reclutamiento, como Internet oscura, cifrado y correos".
Capacidad para atacar. Además, sus recientes atentados demuestran que el grupo terrorista "tiene capacidad operacional para ampliar sus zonas de ataque inmediato a los países vecinos mediante vínculos con células locales", mientras que sigue alentando a sus simpatizantes en otras zonas del mundo a organizar sus propias acciones.
Según la ONU, por ejemplo, la amenaza para el sector de la aviación "sigue siendo elevada". El informe destaca que el número de combatientes que viajan a Irak y Siria para unirse al grupo ha disminuido "considerablemente", tanto por el aumento de las medidas de control de los viajes como por la "disminución del atractivo del núcleo central" del Estado Islámico. (EFE)
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