Cuando el jefe de Gobierno de la ciudad, Miguel Ángel Mancera, anunció la llegada de los silbatos despertó una ola de críticas y burlas en las redes sociales.
El Gobierno de la Ciudad de México comenzó a repartir en las estaciones de metro los silbatos ideados para frenar el acoso a las mujeres en el transporte público, sin embargo esta medida ha sido cuestionada por grupos feministas y ha generado comentarios sarcásticos en las redes sociales.
Críticas. La medida fue a dada a conocer pocos días después de la primera gran manifestación contra la violencia de genero del pasado 24 de abril y pronto empezaron a llover las críticas. "¿Por qué tengo que colgarme una señal para que no me violen? ¿La que decida no llevarlo está entonces dando vía libre para que abusen de ella?", son algunas de las preguntas que empezaron a circular.
Medida ineficaz. Catalina Ruiz Navarro, de la asociación feminista "Estereotipas", una de las más influyentes de México, dijo que la medida es "insultante" e "ineficaz". "Es completamente impredecible lo que puede ocurrir si pitas. Si lo haces, porque hay mujeres que se paralizan. Y puede incluso que el acosador se ponga nervioso y te ataque. En ese caso: ¿la culpa será de la persona que pitó?".
Problemas del silbato. "El silbato presenta varios problemas. El primero es práctico: es más fácil gritar que sacar un pito. Y si estamos en una sociedad donde si pides auxilio nadie hace nada, de poco va a servir que hagas sonar un silbato". Ruiz Navarro indica, además, que lo mas perjudicial de esta política es que "revictimiza" a las mujeres y no plantea medidas preventivas o educativas.
Opinión de usuarios. Algunos pasajeros que estaban cerca de la zona del reparto en el metro expresarons sus dudas de la efectividad de la propuesta. Una joven de nombre como Arantxa, comentó que quiza a la hora de pitar vengan más asaltantes. "Con tal de obtener el celular o algo así te lastimarían, ni siquiera te darían tiempo de hacerlo. A fin de cuentas no importaría tanto (...) desgraciadamente somos un país en el que si ven que a la persona la están asaltando, no hacen absolutamente nada".
Defienden la medida. El Instituto de las Mujeres, un organismo independiente que asesoró al Gobierno en la aplicación del programa, asegura que si es una medida disuasoria. "Si un acosador ve un pito, se lo pensará dos veces", dice Teresa Incháustegui, directora de la institución.
Afirma que la diferencia entre gritar o pitar es que "el silbato alcanza los 700 metros". "No estamos haciendo descansar la seguridad de las mujeres en un silbato. Estamos aumentando la vigilancia de las cámaras de seguridad, colocando botones de alarma en los autobuses para los chóferes y hemos ampliado el número de vagones de mujeres en el Metro, entre otras medidas", dice ante las criticas al programa.
El acoso en México. Una encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía del país norteamericano, indica que un 63 % de las mujeres mexicanas afirma haber sufrido algún tipo de violencia sexual. Y en el caso exclusivo de la ciudad de México, la cifra aumenta a un 72%.
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