La policía alemana encontró un vídeo en el celular del atacante en el que jura lealtad al Estado Islámico y dejó clara su intención de cometer un atentado en el país en nombre del "Islam".
El refugiado sirio de 27 años que este domingo se mató al hacer estallar sus explosivos en la ciudad de Anschbach (Alemania), dejando de 12 heridos (tres de ellos graves), grabó un video en el que juró lealtad al líder del grupo terrorista Estado Islámico, Abu Bakr al Bagdadi y dejó clara su intención de cometer un atentado en el país para vengar la muerte de musulmanes.
Estado Islámico se atribuyó el atentado. El grupo yihadista, a través de su agencia de noticias Amaq, se reivindicó el ataque y dijo que el suicida de Ansbach, identificado como Mohammad D, era uno de sus "soldados". Cabe recordar que este atentado es el cuarto que se produce en una semana en Alemania y el tercero ligado a terrorismo yihadista, luego de que el pasado lunes un refugiado afgano de 17 años atacara con un hacha a los pasajeros de un tren regional en Baviera.
El video y otros hallazgos. En el celular del muchacho la policía encontró un vídeo con una amenaza en árabe en la que, según una traducción provisional, anuncia un atentado contra Alemania en nombre del Islam, dijo el ministro del Interior bávaro, Joachim Herrmann. Asimismo, los agentes encontraron en la habitación del albergue en el que dormía, un bidón de gasolina, ácido clorhídrico, pilas, alambres y guijarros, todos materiales para la fabricación de bombas. La policía incautó también una lap top con imágenes violentas del Estado Islámico, dos celulares, varias tarjetas SIM y un fajo de billetes de 50 euros.
Debía abandonar Alemania. Mohammad D, originario de la ciudad siria de Alepo, había llegado hace dos años a Alemania y su petición de asilo había sido denegada tras comprobarse que había recibido antes protección en Bulgaria. No obstante, la orden de expulsión a ese país quedó en suspenso por sus problemas psicológicos (había intentado suicidarse en dos ocasiones y estuvo internado en un hospital psiquiátrico), aunque se reactivó el pasado 13 de julio y debía abandonar Alemania en treinta días. Ahora, los investigadores deben aclarar ahora si esa orden fue un desencadenante de su acción.
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