Fuerzas iraquíes continúan arrebatándole territorios al Estado Islámico

Las fuerzas iraquíes arrebataron este lunes al grupo terrorista Estado Islámico (EI) la zona de Al Dulab, ubicada a 60 kilómetros al oeste de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar (oeste de Irak). En esta ofensiva, a cargo de las tropas iraquíes con apoyo de la Policía local, combatientes de clanes tribales y los aviones de la coalición internacional antiyihadista, murieron al menos 60 yihadistas y fue destruido numeroso material militar, reveló una fuente de seguridad de Al Anbar.

Así quedó la ciudad de Faluya tras dos años de estar bajo control del Estado Islámico.

La ofensiva de las fuerzas iraquíes. Este logro se produce un día después de que las mismas fuerzas arrebataran tres poblaciones, también en la provincia de Al Anbar, al Estado Islámico y mataran a 83 de sus miembros en diferentes operaciones en todo el país. Las localidades liberadas fueron Al Alia, Al Karia y Dualiya, ubicadas al oeste de la ciudad de Hit, una de las principales ciudades de Al Anbar. Esos enfrentamientos y los bombardeos  causaron veintiún muertos en las filas del Estado Islámico y, tras ello, las fuerzas iraquíes continuaron su avance hacia el oeste de Hit.

Ofensiva al norte de Irak. Por otra parte, la Comandancia de Operaciones Conjuntas, que reúne al Ejército y otras fuerzas de seguridad, informó este domingo en un comunicado que decenas de yihadistas murieron en bombardeos aéreos en la provincia de Nínive, al norte de Irak. La nota detalló que los cazas del Ejército iraquí lanzaron un bombardeo contra un almacén de armas y explosivos del Estado Islámico en la zona de Al Tash, lo que causó la muerte de catorce terroristas y la destrucción de nueve de sus vehículos.

Fuerzas iraquíes van con todo. Asimismo, un convoy del Estado Islámico fue bombardeado en la zona de Hamam al Alil, 25 kilómetros al sur de Mosul (norte), lo que ocasionó la muerte de ocho terroristas y la destrucción de dos de sus vehículos. Además, otros quince quince terroristas perecieron en un ataque aéreo contra un taller para la preparación de coches bomba en la población de Salbi, al sur de Mosul, principal bastión yihadista en Irak.