Atentados del grupo Estado Islámico dejaron más de 150 muertos en Siria.
Estadounidenses y rusos buscaban este martes salvar una tregua muy frágil entre el régimen y los rebeldes en Siria, al día siguiente de una serie de atentados del grupo Estado Islámico que dejaron más de 150 muertos en dos feudos del presidente Bashar al Asad.
Tregua. El cese de las hostilidades instaurado el 27 de febrero por Estados Unidos y Rusia -aliados de la oposición y del régimen respectivamente- ha sido violado en múltiples ocasiones, en especial en Alepo (norte) y en la Guta Oriental, al este de Damasco, donde las Fuerzas Armadas llevan a cabo una ofensiva desde hace una decena de días.
Cese. Washington instó a Rusia a presionar a su aliado de Damasco para que cese sus bombardeos, con el fin de dar una oportunidad a las conversaciones de paz que buscan una salida a un conflicto que ha dejado ya más de 270.000 muertos en cinco años.
Rebeldes. Los estadounidenses presionan por su lado a los grupos rebeldes para que no rompan la tregua, después de su amenaza de responder en todo el país si el régimen no cesaba sus bombardeos contra las ciudades de Daraya y Guta. Su ultimátum de 48 horas lanzado el domingo debería expirar este martes. Por su parte, Rusia pidió un alto el fuego de 72 horas a partir del jueves en Daraya y en Guta.
Atentados. El Estado Islámico perpetró el lunes una serie de atentados con coches bomba y terroristas suicidas en las ciudades de la costa siria de Tartús y Jable, de mayoría alauita -comunidad minoritaria a la que pertenece el presidente Bashar al Asad-, urbes que han permanecido relativamente protegidas desde el inicio de la guerra. Esta serie de atentados inéditos en esta región dejaron al menos 154 muertos, según un nuevo balance establecido este martes por el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
Comparte esta noticia