¿Cómo aprender idiomas después de los 40?

La ciencia ha determinado que la mejor edad para aprender una segunda y hasta tercera lengua es la infancia. En esa edad incorporamos la nueva lengua con casi la misma facilidad que nuestra lengua materna. Sin embargo, esto no configura un impedimento para que una persona adulta pueda estudiar y aprender una nueva lengua. Más aún, hoy en día, en el que las empresas solicitan profesionales capaces de adaptarse a estilos, entornos y culturas diferentes. Por eso, resulta imprescindible dominar dos o más lenguas.

Pero es cierto que a medida que pasan los años, esta labor se nos dificulta ya que cuando un niño pequeño adquiere el lenguaje, la información que recibe se integra en una misma zona del cerebro, mientras en los adultos se necesita dos áreas neuronales distintas para aprender un nuevo idioma. Sin embargo, no es imposible.

Pero es cierto que a medida que pasan los años, esta labor se nos dificulta ya que cuando un niño pequeño adquiere el lenguaje, la información que recibe se integra en una misma zona del cerebro, mientras en los adultos se necesita dos áreas neuronales distintas para aprender un nuevo idioma. Sin embargo, no es imposible.

En principio, es necesario recordar que aprender un idioma es complicado a cualquier edad. No se consigue en 6 meses y sin esfuerzo como algunas promociones lo aseguran. Pero la recompensa trasciende incluso los potenciales beneficios en el mundo laboral y se extiende a la salud. De acuerdo a diversos estudios científicos, aprender un nuevo idioma es un duro ejercicio mental que mejora la capacidad de concentración y la memoria, e incluso puede retrasar la aparición de demencia o males como el Alzheimer.

Además de recurrir a un instituto de idiomas, como es tradicional, o llevar cursos online o utilizar aplicaciones para dicho cometido, la página web de Babel, una de las aplicaciones más usadas para aprender nuevos idiomas, nos da los siguientes consejos para cumplir con nuestro objetivo:

1. Tienes que tener claro por qué lo haces: Una motivación poderosa como un máster en el extranjero, un nuevo empleo mejor remunerado, un proyecto para migrar a otro país, entre otros, te ayudará a comprometerte al máximo.

2. Sumérgete: Una vez que tienes la razón clara de por qué quieres aprender ese nuevo idioma, ahora deberás sumergirte en el nuevo idioma. Esto es practicar a diario. Puedes hacerlo escuchando música, radio o lo que prefieras en el nuevo idioma. Esto te ayudará con la pronunciación. Asimismo, leyendo libros con argumentos sencillos que preferiblemente conozcas en tu idioma madre para evitar recurrir al diccionario.

3. Encuentra un compañero: La mejor forma de aprender es practicándolo y qué mejor que practicarlo con alguien. Eso ayudará a incorporar tus habilidades comunicativas en el nuevo idioma a tu vida diaria.

4. Diviértete: Relaciona tu aprendizaje con tus gustos y aficiones, esto hará que tu experiencia de aprendizaje sea más interesante y divertida.

5. Habla contigo mismo: Esto puede ayudarte a encontrar nuevo vocabulario o nuevas frases bastante frescas en tu mente, de manera que te sentirás más confiado cuando tengas que usarlas con otra persona.

6. Anota las palabras en un papel: Esta es una excelente técnica para aprender a memorizar palabras y frases en el nuevo idioma.