El menor fue transferido anoche del hospital Almanzor Aguinaga a la clínica Internacional de San Borja pero allí tampoco existe un especialista para el caso.
Los familiares del niño Alejandro Castañeda Arévalo piden con urgencia a los funcionarios de EsSalud permitir que el menor sea referido del hospital Almanzor Aguinaga Asenjo en Lambayeque al hospital de El Niño de Lima; y es que, los médicos se niegan a referirlo, aduciendo que el menor pertenece a EsSalud y no al Seguro Integral de Salud (SIS).
El menor de tan solo un año y dos meses, nació con ano imperforado y a la fecha tiene cinco cirugías, de las cuales solo una fue exitosa y su padecimiento continúa; por ello, los amigos de la madre, natural del distrito cajamarquino de Bambamarca, ubicaron a un especialista en el hospital El Niño y solicitan que un trámite burocrático no trunque la recuperación del menor.
“El niño retiene líquidos y debe recibir tres dosis de albúmina al día. Muchas veces el seguro dice que no la tiene y que cada tarrito cuesta 220 soles ¿Cómo costea eso la señora, si su esposo trabaja como notificador del Poder Judicial en Bambamarca y gana 750 soles? Esa mujer permanece en una silla día y noche al lado de su hijo, porque es ella la que le limpia la herida a su hijo”, contó indignada María de Carmen Potei, amiga de la familia que apoya en los trámites.
El vía crucis de Alejandro
Alejandro nació sin ano y con síndrome de down; tras ser referido de Cajamarca al hospital Almanzor Aguinaga Asenjo, los médicos se negaron a intervenirlo quirúrgicamente hasta que el menor empezó a hincharse y le practicaron una colostomía.
“Tiempo después, el 09 de enero, los médicos Salazar y Ocampo le practican una reconstrucción de ano, esta era la operación más compleja que el niño iba a tener, pero curiosamente es la única bien practicada”, señaló María de Carmen Potei.
Pero las cirugías para Alejandro debían continuar, por lo que los médicos le dieron cita para junio, fecha en la que debían cerrar la colostomía que le habían practicado, toda vez que su ano funcionaba bien. El 16 de julio, los médicos Díaz y Ocampo realizan el procedimiento pero – al parecer, no le dejaron un dren, por lo que el malestar del niño volvió.
“El niño lloraba y se quejaba de dolor y los médicos sólo le daban medicina para los gases. Ante tanta insistencia, el Dr. Ocampo se acercó a revisar al menor y le ingresó una sonda por donde empezó a drenar un líquido extraño. A los días, lo operaron y volvieron a hacerle la colostomía; sin embargo, esa herida que va de cadera a cadera, se abrió y se le veían los intestinos. Esto es indignante. Este niño lleva cinco operaciones”, señaló la indignada mujer a RPP Noticias.
La denunciante contó que, tras la intervención de la Fiscalía y tras varios días de padecimientos el Dr. Salazar regresó – al parecer – de un período de vacaciones y mostró su indignación por el estado del menor y lo ingresó a sala de operaciones y cerró esa herida. Sin embargo, el vía crucis de Alejandro continúa pues requiere de cirugía de alta complejidad para alcanzar salud plena.
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