Ella es Hellen Saurín aprendió el arte gracias a su abuelita y a su madre. Empezó con tinajas y ahora hace jarrones.
Chazuta es ancestralmente un pueblo de Ceramistas en la región San Martín, que generación tras generación va manteniendo este arte como cultura viva, que les ha llevado a ser considerados Patrimonio Cultural de la Nación en el 2012.
Una muestra de esa herencia cultural es Hellen Tais Saurín Chasnamote, quien a sus cortos 11 años, se ha convertido en una destacada ceramista.
Hellen, recuerda que a sus 6 años, su abuelita Aura Luz Pisco, la llevaba al Centro Cultural Wasichay donde jugaba con el barro, pero fue a los 8 años cuando despertó en ella el interés por dedicarse a este arte. “Empecé haciendo mocahuas, después las tinajas y ahora elaboró hasta jarrones medianos”, comentó.
Su gran destreza y apegó por la cerámica la ha llevado a realizar su propia técnica de impresión en sus diseños, utiliza un helecho que pega en la fuente de barro y esta figura queda como sello en la cerámica que luego es llevado al horno para el asado.
Hellen trabaja junto a su madre Ruth Chasnamote Pilco, su abuelita Aura Luz Pisco Pizango y una de las personas más longevas de la Asociación de Ceramistas del Centro Cultural Wasichay, María Lizeth Cenepo, quien a sus 85 años sigue trabajando con la cerámica y es una de las personas que ha transmitido sus conocimientos a las nuevas generaciones.
Para seguir incentivando su amor por la cerámica, el Patronato Cultural Wasichay, con ocasión de celebrar sus 25 años, regaló a Hellen Tais, el libro “Chazuta, arte ancestral” que recoge gran parte de la iconografía de la cerámica de este importante distrito de San Martín.
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