Un nutrido grupo de manifestantes acompañó al congresista de Fuerza Popular quien no quiso referirse a temas políticos.
La noche de este miércoles, Kenji Fujimori participó en una misa por la salud de su padre, Alberto Fujimori, en el centro de Lima. Hasta el lugar llegó un nutrido grupo de manifestantes que gritaban a favor de la libertad del expresidente.
A su salida, en medio del desorden y de las preguntas de la prensa, el congresista apenas dejó una frase de gratitud a los seguidores fujimoristas. "Agradezco a las personas que a nivel nacional organizaron misas por la salud de mi padre y por todas las muestras de cariño", dijo.
Pide liberación. Este 28 de julio, el expresidente cumplirá 79 años. Él permanece recluido en el penal de Barbadillo, en Ate, tras recibir una condena de 25 años por corrupción, asesinato y secuestro agravado. Su hijo Kenji ha emprendido una campaña para conseguir, lo más pronto posible, su libertad.
Al ser preguntado sobre su opinión de la designación de Luis Galarreta como presidente del Congreso, Kenji respondió escuetamente: "No voy a hablar de política". Continuó su camino por el jirón Carabaya rodeado por su seguridad, subió a un vehículo y se fue sin dar más declaraciones.
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