Martín Vizcarra promulgó ley para enfrentar el cambio climático

El presidente Martín Vizcarra promulgó este lunes la Ley Marco de Cambio Climático la cual tiene el objetivo de reducir la vulnerabilidad del Perú frente al fenómeno del efecto invernadero. “Hoy somos testigos de un hecho importante. La Ley Marco de Cambio Climático permite ver con optimismo el futuro y hacer frente de manera unida, convencidos de que un país climáticamente responsable crece y tiene visión de futuro”, dijo el mandatario esta mañana a la prensa.

“Es la primera en Sudamérica luego de la entrada en vigor del Acuerdo de París de 2016, con ella reafirmamos nuestra apuesta por el desarrollo sostenible en beneficio los presentes y las futuras generaciones”, agregó Vizcarra.

Para Vizcarra, con la ley el Perú asume un firme compromiso climático que se suma al esfuerzo de otros países iniciativas legislativas sobre el tema. “El objetivo de la norma es reducir la vulnerabilidad del país frente al cambio climático y aprovechar oportunidades de crecimiento con una emisión menor de carbono”, mencionó.

En compañía de su primer ministro, César Villanueva, y la ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, Vizcarra explicó que el objetivo de la ley es aprovechar las oportunidades de desarrollo sostenible con una reducción de las emisiones de carbono además de mejorar la adaptación y mitigación del cambio climático.

Historia de Ley

La Ley Marco de Cambio Climático fue aprobada el pasado 16 de marzo por el pleno del Congreso por 97 votos a favor, sin abstenciones ni votos en contra.

En el Perú, el calentamiento global amenaza seriamente el mayor sistema tropical de glaciares, situado en las cumbres de los Andes, y cuya superficie en dieciséis cordilleras nevadas se redujo en un 61 % en los últimos 55 años hasta quedarse en apenas 400 kilómetros cuadrados, según las últimas cifras oficiales.

La mayoría de emisiones de gases de efecto invernadero de Perú procede de la deforestación de la Amazonía, que en 2017 perdió una superficie boscosa de alrededor de 143 mil hectáreas, equivalente a unos 200 mil campos de fútbol, talados en su mayoría para hacer cultivos a gran escala de palma aceitera y minería aurífera ilegal en ríos.

(Con información de Andina y EFE).