Los abatidos tailandeses tratan de aceptar la muerte del rey Bhumibol Adulyadej, el único monarca conocido por la mayoría de ellos.
Con llantos, lágrimas y rezos reaccionaron este jueves los miles de tailandeses congregados en el Hospital Siriraj de Bangkok al conocer la noticia de la muerte del monarca, Bhumibol Adulyadej, a los 88 años.
El heredero al trono, el príncipe Vajiralongkorn, ha pedido un periodo de duelo antes de subir al trono. Los súbditos, vestidos con camisetas amarillas y rosas (colores del rey), portaban retratos de Bhumibol y cantaban el himno real, mientras que algunos rezaban desconsolados en torno al hospital en presencia de gran número de soldados y policías encargados de la seguridad.
Historia. De acuerdo con un comunicado de la Casa Real, el decano de los jefes de Estado del mundo, tras siete décadas en el trono, murió en el hospital, donde llevaba ingresado más de un año. Bhumibol, el noveno monarca de la dinastía Chakri que reinó con el nombre de Rama IX, se encontraba grave tras ser sometido el sábado a una hemodiálisis para drenar líquido en el cerebro, lo que le provocó una acusada bajada de tensión.
"El equipo médico hizo todo lo posible pero el estado de salud del rey se deterioró", dice el comunicado, que agrega que el soberano murió en paz. Bhumibol, en el trono desde 1946, es el único rey que ha conocido la mayoría de los tailandeses, que lo tenían como un ser casi divino, símbolo de unidad y guía de la nación.
Luto. El primer ministro, Prayut Chan-ocha, declaró un año de luto oficial, durante el cual todos los funcionarios deberán vestir de negro, y ordenó que en todos los edificios oficiales ondee la bandera a media asta durante un mes.
"La muerte de Bhumibol Adulyadej es una gran pérdida, este día quedará grabado en la memoria de los tailandeses", dijo el primer ministro en un mensaje televisado minutos después de que se hiciera oficial el anuncio de la muerte del monarca. (Con información de EFE).
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