Los amigos que tuvo en vida la persona se vuelven más cercanos entre sí y entablan nuevas amistades.
(Agencia N+1/ Isabel Vlasova) Un equipo de sociólogos de la Universidad de San Diego ha estudiado la interacción de los amigos de 15 mil difuntos en Facebook. El estudio comprobó que después de la muerte de una persona, los amigos que tuvo en vida se vuelven más cercanos entre si. La investigación fue publicada en el journal Nature Human Behavior.
William Hobbs, de la Universidad de San Diego, y Moira Burke, de Facebook, utilizaron la base de datos de la red social para construir una gráfica de las interacciones de los amigos de 15 mil personas recientemente fallecidas. Los gráficos obtenidos fueron comparados con la gráfica de 30 mil redes similares en donde nadie ha muerto.
Así se hizo el estudio. Los investigadores enfocaron su análisis en el cálculo total de comentarios, posts y tags de fotografías en Facebook realizadas entre los amigos y los conocidos del fallecido. Luego, compararon el suma de estas interacciones durante cada mes durante en un lapso de 4 años antes y 4 años después del fallecimiento.
De acuerdo a la información obtenida en los dos primeros meses después de la muerte de una persona, sus amigos y conocidos empiezan a comunicarse entre si más seguido que antes y continúan manteniendo una relación más cercana a través del Facebook hasta dos años después de la muerte del amigo en común. Para comprender hasta qué punto la red social del fallecido se “recupera”, los investigadores compararon cuántas amistades y relaciones perdieron y ganaron los amigos del difunto en el Facebook.
No ocurre en cuentas cerradas. El estudio reveló que los amigos de los que fallecieron una edad mayor a los 25 años, compensan la relación perdida comunicándose de manera intensiva entre si. Por su parte, los amigos de las personas que fallecieron antes de los 25 años de edad, no solo compensan la amistad perdida mediante las interacciones, sino que fortalecen los vínculos virtuales con los amigos y conocidos del fallecido. Este efecto no se ha presentado en los casos en que la persona simplemente cierra su cuenta en la red social.
A pesar de que los autores de la investigación no tienen cómo saber si estas personas realmente necesitaban apoyo emocional a través de la red social, concluyen que la “restauración” de los vínculos sociales demuestra que los amigos del fallecido se proveen mutuamente de soporte emocional reduciendo un potencial aislamiento.
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