Por esta razón es poco probable que Apple fabrique su iPhone en EE.UU.

Durante la campaña presidencial en EE.UU., el entonces candidato Donald Trump lanzó una amenaza a Apple: la compañía iba a ser obligada a fabricar su famoso iPhone en el país norteamericano y no en China. Ya con la designación del multimillonario de cabellera dorada como presidente, el tema ha vuelto a estar en tapete.

Esto llevó al diario The New York Times a averiguar si la propuesta de Trump podría concretarse en la realidad. Luego de conocer los grandes y diversos beneficios fiscales y logísticos que el gobierno de China brinda a Apple, resulta casi imposible barajar la idea de que la compañía mude sus fábricas a Estados Unidos.

Apple se asoció con la compañía Foxconn (el mayor fabricante de componentes electrónicos por encargo) y en 2001 trasladó su producción al gigante asiático. Pero la llegada a China no iba ser gratis, innumerables apoyos e incentivos aparecieron en el camino. Una vez que escogieron a Zhengzhou como la sede de su fábrica, este lugar pasó a ser llamada la "ciudad del iPhone".

Según informa el citado medio,  el gobierno local financió la construcción de la fábrica de 600 millones de dólares y puso otros mil millones para construir viviendas para los cientos de miles de trabajadores de Foxconn. Pero eso no es todo. La compañía además se benefició con una reducción en los costes de electricidad, eliminó las cargas fiscales durante cinco años y ayudó a formar y contratar a los empleados.

China y su 'generosidad'. La fábrica fue construida  a pocos kilómetros de un aeropuerto, lo que permite a Apple exportar sus productos fácilmente. Además, la sede de la empresa esta ubicada en una zona  que elimina la necesidad de pagar impuestos sobre los componentes importados y que permite importar y exportar productos prácticamente sin trabas de por medio.

La planta de Zhengzhou, ubicado a 700 kilómetros al sur de Pekín,  puede producir unos 500 mil iPhone al día. Se estima que aproximadamente 230 millones de smartphones se han enviado desde Zhengzhou al mundo desde que abriera sus puertas en 2010.

Una conclusión. Con todo esto resulta altamente improbable que Apple traslade su producción a Estados Unidos, un país que no podría brindarle los mismos beneficios fiscales y logísticos que China. Pero si llegase a concretarse, lo único seguro es que los precios de los dispositivos de Apple suban considerablemente.