La serie de zombies ha tenido su primer bajón en audiencia con la temporada 7 que este domingo 2 de abril llega a su fin.
Los zombies nunca fueron tan populares, y desde 2010, The Walking Dead ha mantenido al mundo expectante por los acontecimiento en el postapocalíptico creado por Robert Kirkman en sus cómics.
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Pero todo llega a cansar, o al menos eso parece con la temporada 7 de la producción de AMC: desde su estreno, los nuevos episodios han representado un bajón paulatino en los índices de audiencia por primera vez en sus siete años al aire.
El primer capítulo de The Walking Dead, que presentó a las dos primeras víctimas de Negan, logró una cifra récord de 17 millones de televidentes en el mundo, pero desde entonces hasta hoy, la serie ha bajado sus cifras hasta los 10 millones (aunque parezca mucho, para una serie de su trayectoria no lo es tanto).
Trece años más. Pero las cifras de ráting no parecen molestar al showrunner de la serie de zombies, Scott Grimple, quien anunció que piensa tener muchas temporadas más a cargo. "Tratamos de reinventar la serie cada ocho episodios. Tomamos riesgos. Queremos que la serie dure hasta el 2030", comentó en una conferencia en Los Ángeles.
Una de las razones del desinterés del público podría ser por la masacre de personajes queridos a lo largo de la historia. Las últimas muertes inesperadas fueron las de Abraham y Glenn a manos de Negan, que además de dividir a los fans, fueron lamentadas por los seguidores de la serie.
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