Una pequeña posaba sonriente en un campo de Australia, sin sospechar el peligro que se deslizaba por el suelo.
Una tierna sesión de fotos estuvo muy cerca de acabar en un trágico incidente. Una menor posaba ante el lente de la cámara, sin sospechar que tras ella una serpiente se deslizaba peligrosamente. Su madre se percató del hecho pero decidió guardar la calma en ese momento.
Bianca Dickinson llevó a su hija hasta un campo de la ciudad de Vitoria, en Australia. Quería tomarle fotos rodeada de un tranquilo y cálido paisaje. Sin embargo, un peligroso invitado haría su aparición.
La pequeña Molly sonría, el viento movía sus cabellos y la maleza se mostraba como telón de fondo. Pero centímetros más abajo una serpiente marrón oriental de dos metros se coló en la imagen. La mujer se dio cuenta de la presencia del animal y prefirió mantener la calma. "No podía empezar a gritar porque eso podía ser peor. Así que lo más tranquila que pude, llamé a Molly para alejarla del lugar", dijo.
Se alejó del peligro. Una vez estando a salvo, la mujer miró las fotos que había tomado. "Cada vez que veo la foto se me vuelve a paralizar el corazón", contó la madre de familia. El animal solo siguió su camino y nunca tocó a la menor.
El ejemplar que aparece en la foto es una de las más venenosas del mundo, además de ser la responsable de la mayoría de muertes ocurridas por mordeduras de serpientes en Australia.
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