Ante los abusos y la indiferencia que sufría de parte de algunos londinenses, Amit Patel decidió ponerle una cámara a Kika, su mascota guía, para contar lo que ocurría.
Amit Patel es un exmédico invidente que le puso una cámara GoPro a su perra Kika, que lo guía en su día a día por Londres (Inglaterra), ciudad donde vive. El resultado es el registro de la indiferencia que recibe de parte de algunos de ciudadanos de la capital británica, el cual es compartido a través de Twitter.
En una entrevista con la web estadounidense Mashable, Patel contó que era un médico de emergencias hasta que perdió su vista en el 2012 por una condición llamada Keratoconus, la cual cambió la forma de su córnea. Desde entonces, depende de Kika para moverse por la capital británica. Luego de sufrir varios incidentes, en especial en las horas de mayor tráfico ciudadano, decidió ponerle una cámara GoPro a su mascota para registrar lo que le ocurría y denunciarlo a través de las redes sociales mediante una cuenta de Twitter. “La gente me empujaba, molestaban a Kika, le pegaban con sombrillas y bolsas”.
Luego de recorrer Londres para sus actividades diarias, su esposa Seema revisa lo que grabó la cámara para ver si hicieron algo para perjudicarlo deliberadamente. Si lo encuentra, lo comparte en la cuenta de Twitter de Kika, que tiene más de 5,000 seguidores. Allí también hay otras imágenes que muestran la importancia del trabajo de esta clase de mascotas para las personas que no pueden ver.
En este video, algunos trabajadores del servicio de transporte ignoran a Patel hasta que este les llama la atención.
No todos son problemas. Pese a esto, Patel aseguró que no tiene problemas con el 99% de las personas con las que se encuentra, pero que el 1% es “malcriado y arrogante”. “Hay gente la distrae, se pone en el camino, tratan de hacerse los graciosos o empujarla. Algunos padres dejan que sus hijos le griten o la acaricien. Tengo que decirles amablemente que ella está trabajando y les pido que esperemos a que estemos en el tren (para acariciarla o jugar con ella). Una vez me dijeron que si tenía un perro guía, debía ser respetuoso si alguien quiere acariciarla”.
Los mejores aliados de Patel, además de Kika, son los trabajadores de Transport for London (TfL), el ente que supervisa los trenes, los buses y los taxis de la ciudad. Cuando lo ven, bromean con él y le dicen que gracias a Kika ya casi no los necesita. Además, siempre hay un pasajero que le pregunta por su bienestar. “Es vergonzoso tener que pedir ayuda. Solo soy un londinense que quiere mezclarse con el ambiente, no quiero llamar la atención”, confesó. “Una vez me bajé en la estación equivocada y Kika se perdió. Alguien me vio a la distancia y vino hacia mí. Me tocó el hombro, me preguntó si necesitaba ayuda y me llevó hasta la estación correcta”.
Este video muestra todo lo que tuvo que hacer para que un miembro del personal lo atienda y lo ayude a entrar a la estación.
Patel y Kika en uno de sus paseos por Londres.
"Tuve que trabajar muy duro para guiar a mi dueño a través de una multitud no muy amigable con los perros en Westfield London (una tienda) y ahora necesito un descando".
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