Nuevas guías para el manejo emocional de la obesidad

Mejorar la calidad nutricional y la actividad física regular, son indicaciones que no bastan para frenar el avance de la obesidad, una enfermedad de alcance mundial. También se debe abordar el cuidado a nivel emocional, y ese es un reto para los profesionales de la salud, señala la Academia Americana de Pediatría y la Sociedad de Obesidad en una declaración conjunta.

Y es que en el mundo los niños y adolescentes se enfrentan al bullying y el estigma social. "Se habla mucho de una cultura de delgadez y se les hace creer que deben llegar a eso", señala Diana Pacheco, psicóloga especialista en trastornos de conducta alimentaria.

Considerando que puede existir una predisposición genética hacia la obesidad, y eso influye en que la persona elija alimentos de alto valor calórico; los juicios y el sentimiento de culpa, no aumentan la motivación del paciente para lograr un cambo. Es todo lo contrario.

"El estigma fomenta comportamientos como atracones, aislamiento social, evitación de servicios de salud, actividad física reducida y aumento de peso adicional a lo largo del tiempo. Todos estos factores pueden exacerbar la obesidad y hacer que los cambios a conductas saludables sean más difíciles", según el documento publicado por la Academia Americana de Pediatría.

Proponen que en las atenciones médicas, los especialistas utilicen un lenguaje sensible en la comunicación. Por ejemplo, decir "niño con obesidad" en lugar de "niño obeso" o "peso no saludable"  en vez de "obeso" u "obesidad mórbida".

De acuerdo a la psicóloga peruana Diana Pacheco, un paciente con obesidad se caracteriza por baja autoestima y cambios frecuentes en su estado de ánimo, suelen ser muy susceptibles a comentarios incluso del entorno familiar, que habla todo el tiempo de lo que no se debe comer y del objetivo de bajar de peso. "El niño cada vez se siente más desvalorizado. Lo más interesante es que se eduque a la familia, porque los padres son los responsables de dar una dieta saludable a los hijos, y son ellos quienes deben promover la actividad física".

La coordinadora de Psicología en Grupo de Autoayuda en Bulimia y Anorexia (GABBA) Perú recomienda generar espacios de interacción entre los pares de sus hijos y fomentar actividades grupales. "No para hablar del rechazo a su cuerpo sino para buscar sus talentos".

“Con estos esfuerzos concertados para reducir el estigma del peso, las intervenciones pueden ayudar y empoderar a los pacientes de manera más efectiva para mejorar su salud”, concluyen los autores.