Un aprendizaje más rápido y duradero puede reemplazar el modelo tradicional de la clase magistral, que involucra la memorización y los exámenes escritos.
Vivir bien
Neurodidáctica
Las emociones contribuyen a un aprendizaje más rápido y duradero. Así funciona la neurodidáctica, un modelo que bien podría reemplazar las tradicionales clases magistrales.
"Nuestra educación, regularmente, no asocia emociones a la información que nos dan, al contrario, es plana y eso no la hace muy atractiva, por eso se aburren", comenta el médico neurólogo David Lira, del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN).
La neurodidáctica tiene por filosofía motivar a los alumnos e involucrarlos en el tema o asignatura que se imparte. "Por ejemplo, los docentes de medicina cuando quieren explicar sobre alguna enfermedad rara, demuestran el caso de un paciente. Los estudiantes se sorprenden, se admiran, les produce emociones y quedan motivados para leer y aprender luego de la sesión".
Mientras que el modelo tradicional de aprendizaje involucra la memorización y los exámenes escritos, la neurodidáctica puede valerse de herramientas como videos en YouTube, mapas virtuales en Google Earth, gráficos interactivos, etc. que capturan la atención del estudiante.
Esta forma de enseñar también es un reto en la preparación de los maestros. "Tienen que estar muy motivados, creer en lo que hacen y diseñar estrategias diferentes para enseñar sobre botánica, historia o matemáticas".
Un limitante para el sistema educativo, anota el médico neurólogo, serían los recursos que demandaría la "personalización de la información" -por ejemplo- con visitas a museos para aprender pasajes de la historia. Algunos colegios privados aplican este modelo, aunque la implementación es costosa.
El beneficio para los alumnos es total. "Su capacidad de aprender se vería incrementada porque se generaría interés y emociones".
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